Impacto ha causado la difusión de un video que captó a una oficial de policía de Carolina del Sur (Estados Unidos) derribando a una joven con silla y todo al suelo, aparentemente, porque no quería dejar de mirar su teléfono. Se trataría de un nuevo caso de abuso de fuerza policial y discriminación que remece al país.
El hecho habría ocurrido en la Secundaria Spring Valley y causó tal repercusión, que el FBI y el Departamento de Justicia anunciaron que investigarían al autor de la agresión un oficial identificado como Ben Fields, como recoge el medio estadounidense New York Daily News.
Lee también: Impactante video muestra a policía disparándole a un perro que corrió a saludarlo
Todo comenzó cuando un profesor se dio cuenta de que la alumna usaba su teléfono en su clase de matemáticas y demandó que se lo entregara y que se levantara de su silla. La adolescente se negó, aunque el maestro y el administrador de la escuela se lo siguieron pidiendo.
Al poco rato después, el oficial entró a la sala, apartó su computador y le pidió el celular una vez. Como su respuesta fue negativa, decidió “darle una lección”; la agarró con silla y todo y la tiró al suelo, dejando en shock a sus compañeros de clases, como puedes ver a continuación:
Wtf… #AssaultAtSpringValleyHigh I'm disgusted pic.twitter.com/T1JRdTN4aM
— Jimmy Paradise (@HIFTBABG) octubre 27, 2015
“Dame tus manos”, le repitió el hombre, tras dejar a la alumna sin habla y tendida contra el piso. En el video, apenas se escucha el llanto de una chica. Se trataría de su compañera, Niya Kinna, quien comenzó a llorar y a gritar groserías tras ver el ataque.
“Serás la siguiente que ponga tras rejas”, le advirtió el oficial Fields y cumplió. La joven fue arrestada por “perturbar la escuela) y fue dejada en libertad bajo custodia tras pagar una multa de 688 mil pesos chilenos (mil dólares).
“No podía creer lo que estaba ocurriendo. Un hombre ocupando tanta fuerza en una chica pequeña. Un hombre grande, 136 kilos de puro músculo”, comentó.
El estudiante Tony Robinson Jr. Logró grabar el ataque, tras ver que entraba al lugar el oficial: “Ella no había hecho nada malo. Ella dijo que sacó su teléfono, pero sólo por un rápido segundo. Nunca había visto algo tan desagradable, enfermo al punto de que los otros estudiantes miraron hacia el lado”, precisó.
“Estaban asustados por sus vidas. Se supone que sea alguien que nos proteja y no que nos asuste”, puntualizó el testigo del ataque.