Mientras para algunos el otoño y el invierno es sólo una estación más para la que se requiere usar ropa más abultada, para otros significa caer en las tinieblas. Hablamos del Desorden Estacional Afectivo, una condición psicológica que se desata por la falta de luz de estos meses del año.

Tristeza inexplicable, fatiga e irritabilidad son algunos de los síntomas de este desorden, como recoge el medio inglés Mirror. Lo peor de todo, es que los efectos en cada persona varían tanto, que muchos médicos no son capaces de verlos y mucha gente permanece escéptica en torno al tema.

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Entonces, ¿cómo saber si se sufre de este trastorno? Este medio preparó un simple test de 10 preguntas que revelará qué tan probable es que tengas esta condición. Sólo basta que respondas “sí” o “no” con la mayor sinceridad posible.

“En invierno, yo…”

1.- Tengo fuertes antojos por comer alimentos dulces
2.- Puedo sentir cómo cambia la cantidad de sol al día y me afecta
3.- Me convierto en un perezoso y duermo todo el día
4.- Me pongo triste por cualquier cosa y aunque no exista una razón real
5.- Mi energía habitual baja fuertemente
6.- Necesito de más abrazos y afección de parte de mis amigos y pareja
7.- Aunque busco abrazos, tengo menos interés en el sexo
8.- Me siento irritable y hasta mis seres más queridos me estorban
9.- Descanso mal en las noches y no logro tener un buen horario de sueño
10.- Me la paso devorando “comida de confort”, como pizza, papas fritas y pasteles

Si obtienes más de cinco respuestas afirmativas, es probable que experimentes este trastorno.

¿Qué hacer?

– Sal a caminar a diario apenas veas el sol salir. No importa si sólo son 15 minutos al día: verás rápidamente el cambio.
– Mantén un buen régimen de sueño e intenta evitar las siestas a lo largo del día. No recurras al alcohol como ayuda: prefiere el té de hierbas.
– Apaga las pantallas 90 minutos antes de irte a la cama y date una ducha caliente antes de dormir.
– Resiste los antojos. Prefiere fruta fresca, ensaladas verdes y comidas regulares por sobre los caramelos y “comida de confort”. El pavo y el pescado son buenos energizantes.
– Ejercita regularmente, especialmente pesas, danza o una ida al gimnasio.
– Controla tu estrés.
– No te aisles e intenta apoyarte en tus seres queridos

Si te sigues sintiendo mal a pesar de que haces todo esto al pie de la letra, quizás necesites ir al médico. Si se trata de un caso crónico, quizás tengan que prescribirte un antidepresivo.