Durante la secundaria, la bella estadounidense Holly Burst era objetivo de horribles comentarios debido a sus largas piernas, las cuales alcanzan los 1,25 metros. “Papaíto piernas largas”, “jirafa” y “árbol” eran algunos de los apodos más suaves que le tenían sus “simpáticos” compañeros de colegio.
Por suerte, Holly se negó a seguir soportando el acoso escolar y se mudó a Nueva York, donde descubrió que sus largas piernas no eran una maldición, sino que una oportunidad, tal como lo confesó al medio inglés Mirror. Hoy, la joven de 20 años y estudiante de Diseño consiguió el récord como la mujer con las piernas más largas en Estados Unidos y no le faltan las citas.
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“Definitivamente he visto a chicos que vienen a mí porque tienen un fetiche con las piernas largas. Cuando la gente me ve usando tacos, se les cae la boca hasta el suelo”, detalló al medio online. “Tengo la regla de no salir con nadie que no mida 1 metro 85 centímetros -ella mide un metro noventa- y por suerte, Nueva York está lleno de hombres altos y sensuales”, afirmó.
La joven explica que en el pasado usaba sus largas piernas para destacar en los deportes o para ayudar a sus amigos más bajos a alcanzar cosas que se le escapaban de las manos. Hoy, “mis piernas son mi inversión ahora, a medida que crezco siento que la gente las aprecia más”, señala.
Aunque no le quita las complicaciones: “Es difícil tomar aviones o meterme en autos. Mi ex novio tenía un mini Cooper que llevamos a Florida. Fue probablemente el peor viaje de mi vida”, detalla. También le da problemas cada vez que quiere comprarse ropa.
Hoy, se concentra en sus estudios y quizás en hacer un posgrado, al mismo tiempo que espera que sus piernas la lleven muy lejos. “Me gusta la atención que generan (…) espero que generen buenas oportunidades. Estoy abierta al modelaje”, precisó.
