Una novia adelantó su día de boda para que así, su madre moribunda pudiera verla caminar hacia el altar con su vestido de novia y decir los votos.
Sarah Dawson dijo que sí en la pieza del hospital de su mamá, Rosanne de 51, quien había luchado contra el cáncer de páncreas en el hospital Forth Valley Royal de Escocia.
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Sarah y su esposo, Mark Barlow, iban a adelantar la fecha del matrimonio a realizarse en verano para el 31 de octubre, pero cuando se dieron cuenta que la salud de Rosanne empeoraba cada día más, no quisieron que fuera demasiado tarde y arreglaron las nupcias para lo antes posible.
Una enfermera fuera de turno organizó el arreglo de flores y en vez de champaña, el staff medico ofreció copas de té y galletitas digestivas. Además, ordenaron comida al hospital en vez de un elegante desayuno matrimonial.
La ceremonia en el hospital fue simbólica, y la pareja hará el trámite legal el próximo verano.
Sarah, la joven de 22 años y madre de dos niños, dijo “A pesar que mi madre estaba severamente sedada para aliviar sus dolores, ella entendió todo lo que estaba pasando”, aclaró a MetroUk.
“Nosotros hicimos nuestros votos al lado de la cama de mi mamá, y ella sonreía. Una lagrima corrió por su mejilla… fue un momento que nunca olvidaré”.
La ceremonia fue realizada a una increíble velocidad, Sarah explicó “Mi mamá se estaba deteriorando, y tuvimos exactamente el tiempo que nos quedaba con ella”.
“Fue vital para mi que ella no se haya perdido mi boda. Yo sabía que era capaz de mover el cielo y la tierra con tal de que esto pasara. Le dije a mi papá que iba a arreglar la ceremonia para el día 10 de octubre, para mi mamá”.
El marido de Sarah accedió a que seria una idea encantadora y se pusieron manos a la obra para realizar la ceremonia a un lado de la cama de Rosanne. Además se le pidió al capellán del hospital que oficializara el compromiso.
El vestido de Sarah todavía no estaba listo, por lo cual no pudo usarlo ese día. “Llamé a la tienda y hicieron todo lo posible para poder usar el vestido… No tenía zapatos, ni flores, pero la tienda arregló todo”.
“Estaba cumpliendo una promesa que le hice a mi mamá, casarme con mi amor de la adolescencia”, concluyó.
Susanne murió unos pocos días después del matrimonio.