Durante su embarazo, la inglesa Stephanie McConnelogue (29) presintió que algo estaba mal. Aunque no sabía cómo explicarlo, empujó a los médicos a que la examinaran y dieran con la respuesta. Fue así como descubrieron que su pequeña bebé que ni siquiera había nacido, Mia, tenía un extraño y agresivo tipo de cáncer.
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Se trataba de leucemia mieloide aguda, también conocida como “el síndrome del queque de arándanos”, por las extrañas marcas violáceas que deja sobre la piel. Cuando nació, la bebé ya tenía la piel llena de estas lesiones y los médicos estimaron que tenía 50% de probabilidades de sobrevivir, como recoge la revista del hogar Good House Keeping.
Como había que actuar rápido, Mia debió pasar por su primer round de quimoterapia con sólo 2 días de vida. “No podía creer lo que estaba pasando. Me sentía como si estuviera en un sueño y fuera a despertar en algún momento. Estábamos devastados y aterrorizados de que fuera a morir”, declaró Stephanie.
Debió pasar por otros 3 rounds más del agresivo tratamiento e incluso, ser sometida a un trasplante de médula con sólo 3 meses de edad. Sorprendentemente, las lesiones comenzaron a desvanecerse y a las dos semanas, ya se había ido por completo.
Fue así como esta pequeña bebé de 6 meses logró derrotar al cáncer. Ahora, los efectos de la quimoterapia comienzan a desaparecer: “ahora tiene cejas y su cabello está creciendo. Ella nació con pelo, pero se cayó todo por la quimio”, explicó su madre.
Ella cree que haber luchado para que los médicos descubrieran qué tenía incluso antes de nacer ayudó a salvar su vida. “Mia es un milagro. No hay palabras para describirlo. Ella es increíble”, detalló. “Ni siquiera creerías que pasó por algo así: ella es una bebé feliz, pequeña y saludable”, concluyó.