Cuando las pequeñas bebés brasileñas, Maria Clara y Maria Eduarda, llegaron al mundo, sus padres supieron que no sería fácil. Ambas nacieron conectadas por el abdomen y compartían el mismo hígado, una condición que no sólo es extraña de ver -afecta a 1 de cada 200 mil nacimientos-, sino que también en muchos casos es mortal.
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Es común que los siameses mueran antes del parto, mientras que entre el 40 y 60% de estos bebés mueren en el parto y otro 35% viven sólo un día. Los bebés que sobreviven tienen la opción de quedarse así, con todas las incomodidades que eso significa, o de pasar por una riesgosa cirugía de separación.
Sus padres, Caique Santana y Denise Borgues, ambos de 20 años, querían que vivieran una vida normal, por lo que apenas cumplieron 5 meses, programaron su cirugía. Tras 6 horas de trabajo con 15 especialistas médicos asistiéndolas, las pequeñas lograron ser separadas con éxito.
El fotógrafo Mateus Andre (28), decidió documentar las experiencias de estas niñas a través de increíbles sesiones fotográficas en blanco y negro y para lograrlo viajó más de 250 kilómetros en transporte público para conocerlas en persona, como recoge la revista RedBook.
Primero, fotografió a las niñas con 3 meses antes de ser separadas y luego regresó tras su cirugía. “Vi esas bellas niñas que ahora están separadas en cuerpo, pero la unión simbólica prevalece. Son hermanas y seres humanos generados en el mismo vientre”, declaró.
Te invitamos a revisar su fascinante trabajo:
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