Los padres suelen tener altas metas para sus hijos: quieren que sean ordenados, estudiosos, sinceros y responsables. Es por esto que los motivan desde su más tierna edad para que logren esto. Pero, ¿sabías que hay frases que constantemente se les dice a los niños y que sólo producen el efecto contrario?
Hablamos de las frases motivacionales negativas, como rescata el portal de crianza Guía Infantil. Aunque probablemente las hayas escuchado de tus mismos padres, jamás debes decirlas a tus pequeños, ya que sólo producen la humillación de estos y hasta refuerzan su actitud negativa.
Lee también: Se estacionó mal por llevar a su hijo al hospital: Le dejaron generosa nota
Es por esto que este medio conversó con el profesor del Instituto Europeo de Estudios de la Educación, Pablo Garrido, quien resumió en un listado las típicas frases desmotivantes dirigidas a niños y agregó la actitud que promueven estas palabras. ¿Has dicho alguna?
Pero no sólo las palabras negativas pueden afectar a nuestros pequeños: la psicóloga especialista en apego y salud mental infantil, María José Gasc, explicó a SoyChile que también existen frases aparentemente positivas que pueden tener un mal efecto.
Por ejemplo, “cuando le decimos a nuestros hijos que son los niños o niñas más hermosos que hemos visto, que son la luz y motor de nuestra vida, de una u otra manera estamos poniendo un concepto que aporta en la construcción de su identidad, lo cual no siempre es negativo para el desarrollo de una personalidad sana (…) pero si no cuidamos la forma en que usamos las palabras, se pueden transformar en un cartel con el que carguen de manera rígida toda su vida”, declaró a este portal.
Por esto, es importante que “les hagamos saber nuestro tremendo amor y la alegría que sentimos de que formen parte de nuestra vida”, pero dejando claro que “nuestro bienestar no depende de ellos, ya que como adultos, somos nosotros los que contenemos a nuestras crías”.
Entonces, ¿cómo decirlo? “La clave está en no poner el cartel. Es decir, nuestro hijo no es ‘el motor de nuestra vida’, más bien somos felices y lo amamos. Podemos cambiar ‘eres el motor de mi vida’ por un ‘me hace tremendamente feliz ser tu mamá’. Con esto, lo saco a él o ella de la responsabilidad de que mi vida funcione y la frase está centrada en lo que me pasa a mí”, concluyó la fundadora de Apego y Crianza.