El poco inteligente antisocial publicó en la web la lujosa vida que estaba llevando, y claro, si la estaba costeando con un millonario pozo que había robado.
Esta historia es digna de enmarcar gracias a la estupidez de su protagonista, Nabil Ibelati, sujeto muy buscado por la policía francesa tras participar en un millonario robo de una joyería en la localidad de Cannes en 2014. En aquella oportunidad, el amigo de lo ajeno sustrajo relojes y joyas avaluadas en un millón 700 mil euros, es decir, algo así como mil 300 millones de pesos.
Lee también: Así reaccionó un ladrón al ver quién era su jueza: Una compañera de colegio
Gracias a su delito, el francés de origen marroquí comenzó a darse la buena vida y a gastar el millonario botín a destajo, el que finalmente terminó por pasarle la cuenta.
De acuerdo a lo acotado por el diario popular La Cuarta, el “pastel” se fue de viaje a Marruecos, país en el que finalmente fue detenido por la policía local gracias a las fotos que publicó en su cuenta de Facebook, y en las que posa feliz dándose varios lujos. O sea. Se delató solo.
La orden de detención internacional y la torpeza del propio Ibelati fueron esenciales para lograr su captura.