La joven madre Gemma Colley de la ciudad de Leeds (Reino Unido), descubrió a la mala por qué no se debe combinar un bronceado artificial con dar pecho. La mujer fue a un local de belleza para conseguir un tono más veraniego y pocas horas después, decidió amamantar a su pequeño. Los resultados saltan a la vista: el lactante quedó con toda su cara naranja.

La madre fotografió al bebé con su boca, nariz y barbilla completamente “bronceada” en la página de Facebook The Unmumsy Mum, junto con el comentario “el fail más épico de los fails’, como recoge el medio inglés Metro.

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“Ayer, tuve un bronceado artificial. Un par de horas después, le di pecho a mi pequeño niño”, explicó, agregando que terminó sintiéndose como una “muy culpable mamá”. Pero no se preocupen, porque no le ocurrió nada al bebé: ella logró limpiarle la cara y al poco rato dormía sin rastros del naranko.

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“Evidencia de que la alimentación de esta noche tuvo mucho menos naranjo. Gracias por los comentarios positivos. Soy sólo otra mamá tratando de echar luz a las aventuras y desventuras de ser padre”, agregó.

El consejo es dar y extraerse leche antes de un bronceado, para después darle tiempo al producto para que seque. Además, se aconseja aplicar crema alrededor de los pezones durante el bronceado y limpiar la carita del pequeño o pequeña tras alimentarlo. ¿Te ha ocurrido algún fail similar?

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