La revolución que causó la historia de amor entre Onur y Sherezade no pasó desapercibida entre los productores, quienes quieren replicar el avasallador éxito de “Las mil y una noches”, presentando nuevas teleseries turcas en las pantallas chilenas.
Son dos los canales que decidieron subirse al tren ganador, compraron series turcas: Canal 13 y Chilevisión. El primero ya estrenó “El Sultán”, mientras que el segundo espera lanzar en enero el culebrón “Tormenta de pasiones”.
Mientras que Mega ya apostó por otra nueva producción: “Ezel”, la cual partirá este domingo 28 de diciembre, después de “Las mil y una noches”. “La decisión de Ezel” fue realizada por los mismos productores de “Fatmagül” y presenta la historia de Omer, quien se enamora perdidamente de Eysan. Pero el día del compromiso, este hombre es acusado de robo y asesinato… y su prometida lo traiciona, apoyando las acusaciones.
Omer es enviado a prisión, pero logra escapar en medio de un incendio. Como todos creen que él está muerto, se hace un cirugía plástica, se crea una nueva identidad y decide buscar venganza. Pero lo que este hombre no imaginaba, es que su amor por Eysan aún permanece vivo.
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El fenómeno de las teleseries turcas comienza a replicarse en América Latina, donde la historia de Onur y Sherezade se exhibe en Colombia, mientras se anuncia su estreno en Uruguay, Brasil, Ecuador y Perú. También fue vendida a Argentina y Bolivia.
Pero ¿qué es lo que tienen las series turcas que están cautivando a las audiencias? “A la gente le gustó el típico formato antiguo: el guión clásico, el triángulo amoroso, donde los malos son malos de verdad y el bueno sufre durante toda la teleserie”, afirmó a agencia AFP Francisco Cortés, director de telenovelas de Televisión Nacional de Chile.
La socióloga Manuela Gumucio, directora del Observatorio de Medios de Chile, coincide al señalar que “tienen una cosa romántica muy tradicional, que en el fondo son estos esquemas universales que no envejecen”.
El crítico de la TV, René Naranjo, agrega que:”Las teleseries latinoamericanas han derivado a tramas más violentas y con elementos sexuales más evidentes, dejando abandonado a su principal público: las mujeres mayores de 45 años”, que son las que ven masivamente televisión y aspiran a retratarse en la pantalla con romances clásicos, detalla.