Revuelo causó el testimonio de Daniel Ramírez, un joven penquista quien vivió una situación muy particular mientras estaba de visita en Curicó. Fue en esta ciudad que decidió darse una vuelta al mall para buscar una chaqueta deportiva. Pero luego de encontrar una que le agradara en la tienda Paris, comenzó el problema…

Daniel ingresó a uno de los probadores, donde aprovechó de mirar cómo le quedaba la chaqueta junto a una polera que había comprado en otro local comercial, Sparta. No le gustó el resultado, así que guardó la segunda en la bolsa y salió de ahí.

“Luego, al salir del probador y dejar la chaqueta, porque no se sentía bien, me topo con la sorpresa que estaba rodeando de guardias y uno me enfrentó con el argumento que había ‘guardado una polera de la tienda en la bolsa que llevaba’”, relató en su página personal de Facebook.

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Entre que le explicaba a los guardias que la polera que había apartado estaba pagada al local correspondiente, Daniel se dio cuenta de algo: “lo más grave, es que el momento en que me saqué y guardé mi polera fue dentro del probador”. Por lo que llegó a la conclusión de que había un sistema de seguridad vigilando mientras se desvestía y no sólo a él, sino que también a decenas de mujeres y niños que llegan a probarse la ropa.

En la cuenta oficial de Facebook de esta empresa publicaron un comunicado oficial negando los hechos: “En Tiendas Paris respetamos el derecho consagrado constitucionalmente a la intimidad y vida privada de nuestros clientes, por lo cual no hay cámaras de seguridad en nuestros probadores ni en baños, sólo en lugares públicos en pro de resguardar la seguridad”. 

Pero como detalla BioBioChile, no sería la primera vez que acusan a este gigante del retail por invasión a la privacidad. En 2011, la Corte Suprema ratificó que Paris debía pagar $75 millones de indemnización a tres trabajadores, quienes fueron grabados ilegalmente en los vestidores y baños del local comercial en La Serena.