“Triángulo de las Bermudas” es el nombre que se le da a una zona comprendida entre Florida y Puerto Rico, donde decenas de barcos y aviones han desaparecido en misteriosas condiciones.
Si bien nunca se ha comprobado su existencia como tal, estos accidentes navieros y aéreos ocurridos en el norte del océano Atlántico han quedado registrados en la historia, dejando un enorme enigma a los científicos: ¿Por qué siempre ahí?
Hasta que hoy, los expertos creen haber dado con una hipótesis legítima, relacionada a otro extraño caso “paranormal”. ¿Recuerdan cómo los medios reportaron extraños cráteres gigantes que se formaban en Siberia? Estos gigantes hoyos aparecían de manera espontánea y eran tan grandes que muchos pensaron que el fin del mundo se acercaba.
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Después de meses de especulación, unos científicos reportaron en la revista “Nature” que este fenómeno ocurría debido una explosiva liberación de gas, el cual quedaba atrapado en el permafrost -capa de hielo permanente-, la cual liberaba hidratos de metano, creando estos enormes cráteres.

Este mismo descubrimiento lo aplicaron al misterioso triángulo del norte del Atlántico: “Es muy probable que existan cráteres similares en el océano producidos por la descomposición de hidratos de gas”, afirma al portal científico Live Science el geofísico Vladimir Romanovsky. Aunque este no estuvo relacionado con esta investigación, se dedica a estudiar estas capas de hielo en la Universidad de Alaska.
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El metano normalmente se solidifica bajo la alta presión del océano, pero pedazos de esta sustancia vuelta hielo podrían romperse y formas burbujas de gas que suben hasta la superficie. “Se sabe que los hidratos de gas existen en el norte del Océano Atlántico”, agregó el científico Benjamin Phrampus.
De hecho, un estudio publicado en 2003 en la Revista Americana de Física descubrió que este tipo de burbujas son capaces de hundir a un barco, al menos teóricamente. Pero esto no ha sido demostrado con casos registrados, sólo con modelos en un laboratorio, y tampoco explicaría por qué caen los aviones en esa zona.
Es por eso que “sólo lo veo como una interesante teoría y nada más”, afirma Phrampus. Así que tendremos que darle un poco más de tiempo a la ciencia para que logre dar con la respuesta.