Este lunes 25 de enero, en conversación con Las Últimas Noticias, Sebastián Sichel mostró los tres tatuajes que tiene en el brazo derecho. “Cada uno representa el cierre de un ciclo”, declaró en esa oportunidad.

El exdirector de Banco Estado se tatuó por primera vez hace 14 años en Turquía, cuando estaba recién casado. En esa oportunidad, se hizo un pez koi, también llamado carpa. “Nada contra la corriente y, cuando llega al fondo, salta y se convierte en dragón. Representa la resistencia y perseverancia”, destacó.

El segundo tatuaje es una trucha que lleva desde la muerte de su padre. Los seis hijos decidieron honrarlo tatuándose el mismo diseño, ya que la pesca era uno de sus pasatiempos.

En junio pasado agregó el tatuaje más reciente, una loica, justo cuando dejó el Ministerio de Desarrollo Social y Familia.

Tatuajes Sebastián Sichel
Editada por Página 7 | Fotos LUN

Reacciones en Twitter

Tras la nota del diario nacional, el escritor y docente universitario, Rafael Gumucio, encendió el debate en Twitter al dar una polémica opinión. En ella incluso etiquetó al actual precandidato presidencial.

“Soy de la época en que los tatuajes eran privilegio de la cárcel. La época en que nació Sebastián Sichel. Perdonen, pero hasta los tatuajes lindos me parecen horribles. Más horribles me parecen los lindos, si soy sincero. La piel no es una página y el cuerpo no es de uno”, decía su publicación (que más tarde fue borrada).

En su respuesta, Sebastián Sichel hizo un llamado a dejar de lado los prejuicios y defender las libertades personales.

Desafío viral

Este cara a cara no fue lo único que pasó después de que se publicaran los tatuajes del político independiente en LUN, ya que ahora es protagonista de una decena de memes en redes sociales.

La cuenta @loscontadores hizo un particular llamado a los cibernautas, y los resultados no se hicieron esperar.

“Damos inicio al desafío de cambiarle el tatuaje a Sichel”, escribieron en un tuit que ya tiene más de mil ‘likes’ y divertidas reacciones, como un tatuaje con el clásico patito de Banco Estado, o un diseño de Sebastián Piñera colocándose la mascarilla.

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