Los asesinatos e intentos de homicidio de sus principales líderes no son desconocidos para la historia de Estados Unidos y la alarmas se encienden en estos dias debido al alto nivel de rechazo y la serie de controversias en las que se ha involucrado el nuevo hombre fuerte de la casa blanca, el ahora exmagnate, Donald Trump.
Repasemos un poco la historia. El último presidente muerto por acción de un tercero fue John F. Kennedy el 22 de noviembre 1963 en Dallas, cuando supuestamente Lee Harvey Oswald, disparó en reiteradas ocaciones contra el vehículo presidencial que pasaba por la plaza Dealey.
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El joven mandatario se transformó así en el cuarto presidente estadounidense víctima de homicidio, tras Abraham Lincoln, James Abram Garfield y William McKinley (Cabe mencionar que otros 4 murieron en el ejercicio de sus funciones, aunque por razones ‘naturales’).
Por otra parte, no han sido pocos los mandatarios que han visto pasar su vida frente a sus ojos producto del miedo y la desesperación luego de ser foco de violentos atentados o intentos de asesinato. El último gran caso fue el de Ronald Reagan.
El 30 de marzo de 1981, 69 días después de que Reagan asumiera la presidencia de Estados Unidos, él y otras tres personas fueron baleados y heridas por John Hinckley, Jr., el mandatario, que sufrió una perforación en el pulmón, sobrevivió de manera milagrosa a pesar de sus 70 años.
El actor que llegó a la casa blanca representando a los republicanos, es quizás el caso más parecido al de Trump, aunque la estrella del cine de los años 30 si tenía experiencia política previa. Por eso los temores en torno al rubio de extraño peinado crecen y cada paso es cuidado con la máxima cautela.
De eso daría cuenta un video que se ha transformado en viral, donde supuestamente, se ve como uno de sus guardias de la escolta personal, usa ‘prótesis’, para poder tener sus manos libres y listas en el gatillo de su arma bajo el abrigo para proteger al presidente ante cualquier eventualidad.
De acuerdo a Daily Mail, el el registro, donde se ve a Trump, rodeado de guardias y guardaespaldas, junto a su esposa Melania y su hijo Barron caminando por las calles en una actividad informal, hay algo extraño. Uno calvo y alto sujeto, que es parte de la escolta, tiene una actitud bastante particular.
Los ojos del agente se mueven constantemente, escaneando a la multitud en búsqueda de un potencial riesgo, pero sus brazos nunca se mueven. Su mano derecha se posa sobre la izquierda y sus dedos se cruzan. La teoría dice que las manos del guardaespaldas son “falsas”.
Sin embargo, otros descartaron de plano la teoría, mostrando imágenes de sus manos en distintas posiciones. Así lo explicó Mirror.
No, his arms weren't fake. pic.twitter.com/zR2xK2ZMoJ
— God Guns Guts Glory (@The4GNet) 22 de enero de 2017
Queda claro no. En todo caso pensar que había usado prótesis de manera estratégica no es ninguna locura, ya que se ha visto antes y es más suele ser utilizada por los más profesionales agentes de seguridad. Pero en este caso el tipo simplemente parecía un maniquí.
