Felipe Braun está esperando el estreno de la teleserie Amar a morir, producción que lidera junto a Ricardo Fernández y Antonia Zegers, y en la que debe enfrentar un cáncer terminal. Si bien terminó las grabaciones hace tiempo, el actor ya tiene claro su futuro en TVN.

En conversación con el diario La Segunda, Felipe reconoció que pese a que le ofrecieron quedarse en la señal estatal, prefirió no seguir ya que logró comprobar que el canal no tiene proyectos, por lo que según él “quedarse no tenía ningún sentido”.

El actor reconoció que no hay futuro en TVN, y por lo mismo, lanzó un lapidario análisis de la crisis que está sufriendo: “El área dramática ya murió, nadie lo ha dicho formalmente pero está cerrada. Echaron a todo el mundo, no queda nadie. Solo el director de la teleserie y Rodrigo Sepúlveda que está a cargo”.

Pero eso no fue lo único, ya que según Braun, la señal estatal ‘está destinada a morir’: “No tiene ninguna posibilidad de salir adelante y también pienso eso de los otros canales, a pesar de que hay un poco más de movimiento. La televisión mirada a la antigua, pensando que vamos a generar plata con tandas publicitarias, es estar absolutamente perdidos; para allá no va el mundo. Necesitan pensar un nuevo canal, con una visión distinta. Y ver la importancia que tiene un canal público. Preguntarse cuál es la misión”, agregó.

De hecho, el protagonista de Amar a morir comparó esta época con la del 90 y 2000, donde teleseries como Machos, Gatas y tuercas, Charly Tango y Brujas marcaban la diferencia. Hoy la cosa es muy distinta.

“Mira lo que estamos viendo, una industria que trató de replicar la misma historia 5 o 7 veces. Terminamos con un rating muy bajo. Las teleseries en Chile apuntan a menos presupuesto y a bajar la calidad por consecuencia. Hay excepciones, como Pacto de sangre, comentó Felipe, asegurando que hoy las teleseries chilenas deben guiarse en producciones como las que está haciendo Netflix.