No cabe dudas que Lisandra Silva consiguió en Chile una altísima popularidad tras su bullado paso por el reality Doble Tentación donde vivió de todo.

Allí varias féminas le hicieron la vida imposible, siendo Oriana Marzoli su más dura enemiga, todo por solidarizar con su, en ese entonces amiga, Aylén Milla.

En ese espacio también conoció a su pareja por más de un año y medio, Leandro Penna, tras un fallido romance con Ignacio Lastra. Y una vez fuera del encierro, la modelo cubana logró instalarse en Chile, aprovechar su fama y vivir un cuento de hadas con el trasandino…o era lo que muchos creíamos.

Lo anterior porque en una entrevista para GlamoramaTV, la modelo confesó haber pasado por una depresión que incluso la llevó a pensar en dejar el país para siempre.

Esto habría ocurrido durante el último periodo de su relación con Penna y, de paso, reconoció que fue Raúl Peralta quien logró sacarla de ese estado triste y oscuro.

Frente a la consulta sobre este cambio en su vida, Lisandra respondió a Eugenia Lemos: “Tú sabes, somos extranjeras, vivimos en un país donde no tenemos familia, donde tenemos muy pocos amigos. Del trabajo para la casa y de la casa para el trabajo. Y muchas veces tampoco podemos estar saliendo mucho, porque te están siempre pidiendo fotos. No te dejan tener una vida tranquila“.

De hecho, cuando estaba fuera del país se sentía mucho mejor. “Yo viajaba, me escapaba y me sentía feliz, pero cuando regresaba a Chile sentía que algo me faltaba (…) Me sentía muy sola y empecé a caer en depresión“, agregó.

A tal fue el punto de su malestar anímico, que la cubana pensó en regresar a Miami mientras lidiaba con la ansiedad típica que se presente en estos cuadros depresivos. “Extrañaba a mi familia. Me sentía muy triste y muy sola. Comencé a buscar alternativas, porque soy una persona muy positiva y empiezo a pensar en las cosas que tengo y digo ‘¿por qué tengo que estar depresiva, cuando tengo todas las cosas que tengo?’”, dijo.

En este contexto, también se dio cuenta que su relación con Leandro estaba desgastada y que ya no era lo mismo que antes. “La relación se desgasta y la flor no se regaba (risas). No pude ser más planta y murió la flor. Y empecé a sentirme muy triste, muy angustiada. Despertaba llorando a veces. Y empecé a buscar algo que me hiciera sentir viva, que me diera esa alegría que me caracteriza, que me diera a dar esa vida que necesitaba”, explicó.

Fue así como llegó a Raúl Peralta. Primero grabaron un video de baile cuando aún no eran pareja, y lo pasó tan bien que logró encontrarse “a sí misma”. “Encontré mi sensualidad, mi sexualidad. Me sentí mina nuevamente. Hace mucho tiempo que no me sentía mina, perdí el deseo de maquillarme, perdí el deseo de peinarme“, recordó.

Eso sí, aseguró que en ese entonces no pasó nada con Raúl, que todo fue profesional y que incluso al otro día de grabación tomó un vuelo a Miami sin regreso. “No saqué el (pasaje de) regreso. Hice un vuelo de no regreso. Me llevé las cosas que necesitaba, pero yo soy súper ermitaña, vivo con lo que tengo al día, y si no, me lo compro. Yo podría dejar todas las cosas materiales que tengo e irme a otro país y seguir un sueño”, cerró.

Ver esta publicación en Instagram

CIRQUE @raulpower . . .ph @raulnaranjo

Una publicación compartida de LISANDRA SILVA (@lisandrasilva) el