La destacada actriz nacional Delfina Guzmán en más de una oportunidad ha generado polémica con sus declaraciones, lo que volvió a hacer tras participar en Mentiras Verdaderas donde lanzó fuertes dichos.

En la oportunidad, la artista de 90 años se refirió al feminismo y a las acusaciones de abuso sexual contra Herval Abreu y Nicolás López, entregando una polémica visión sobre el tema.

Ante lo anterior, Guzmán aseguró que ella nunca vivió ninguna situación de este tipo, lo que aseguró lamentar profundamente. “Nunca nadie me agarró el poto”, comentó y agregó: “Encuentro que debe ser una situación tan exquisita”.

Pero esto no fue todo, pues aseveró que le molesta “este lagrimear sobre cosas que son divertidas”.

“No es que me tire contra el feminismo… pero yo encuentro que ser mujer es lo mejor que le puede haber pasado a alguien. Tener hijos, ¿dime si hay algo en la vida mejor que eso? Entonces este lagrimear porque alguien le agarró el traste o una pechuga (…) no me gusta tanta lágrima, tanto recuerdo espantoso”, sumó a sus controvertidos dichos.

En la ocasión, señaló además que para ella hay temas más relevantes que un “agarrón”. “Primero tengo la edad que tengo, y he pasado muchas experiencias y he escuchado demasiadas cosas. Entonces, de repente cuando pasa un hecho, que yo siento todavía mínimo, al lado de la gran política, de lo que está pasando entre Trump y Putin, este cocido chico de que el gallo le agarró algo, me da un poquito de nervio, porque encuentro que la mujer tiene un destino tan maravilloso”, sentenció.

En tanto, sobre los casos que han salido a la luz pública en el último tiempo de denuncias contra Abreu y López comentó que no los conoce, pero que si la invitaban a un casting en la noche se sabía para que era.

“Pero si a mí me hubiera convidado un pelotudo de estos a un casting en la noche tendría que haber estado enferma de estúpida para no darme cuenta que es lo que quiere hacer”, señaló.

Finalizó asegurando que: “Juré por todos los ángeles del mundo que no me iba a tirar en contra del movimiento (feminista) de estas pajaritas que están tan enojadas y tan bonitas que son… ¿Qué les importa que les agarren una pechuga? ¿Es tanto el problema?”.