A menudo en los matinales exponen temas de actualidad en los que aprovechan también de comentar algunas de sus experiencias personales.

Es en este contexto que Rafael Araneda reveló un doloroso episodio que experimentó mientras vivió junto a su familia en Estados Unidos, esto durante una conversación sobre el bullying.

En la oportunidad, el animador de La Mañana contó que su hija Florencia sufrió de acoso escolar durante este cambio de vida.

“Cuando vivimos casi 6 o 7 meses en Estados Unidos, una de mis hijas lo pasó el descueve y la Florencia, que se va a indignar que lo cuente, nosotros pensamos que lo había pasado increíble y resulta que lo pasó pésimo, porque su mejor amiga, que era una niñita que encontrábamos genial, que la invitábamos a la casa le hacía bullying, porque era pesada la cabra y tenía un montón de problemas. Era una niñita que había perdido a su madre… tenía una realidad muy dura en lo personal, sentíamos que había que ser buena onda”, comenzó señalando.

“Y resulta que la niñita era mala, era un demonio, entendiendo las realidades, una niñita muy golpeada, y ella manifestaba su daño en mala y la Florcita no contó nada, y en silencio, y eso que el primer emblema de campaña cuando llegamos allá fue aquí estamos sólo nosotros, nos miramos, nos dimos la mano y dijimos lo que pase se cuenta”, aseguró.

Luego agregó: “Entramos en esta realidad, que esta amiga había sido súper simpática y resultó ser un demonio para la Florcita y pese a que tenemos hoy una súper comunicación en ese momento no aflojó”.

En la ocasión reveló que la niña que hoy tiene 14 años nunca confesó estos episodios, y que sólo se enteraron cuando regresaron a Chile, y que es un tema que le pesa enormemente, porque por proyectos laborales vivieron allá y ella no quiso perjudicar los planes familiares.

“Da rabia y da lata, porque uno no hizo nada, incluso ha influido para conversaciones y evaluaciones posteriores que uno hace como familia”, aseveró.

Durante su relato Rafa contó que la niña era muy cercana a ellos y que sentían mucha empatía por las situaciones que había enfrentado.

“Llegaba su padre todas las mañanas con ella, esta niñita abrazaba a la Marcela y la Marcela decía ‘pobrecita es como mi hija’ y la niñita cambiaba cuando entraba a clases, vamos dándole con el idioma, con su color y nosotros convencidos de que era una súper amiga”, comentó respecto a las agresiones.

Sobre el proceso aseguró que sintió que hicieron “el loco”, lo que una vez conversó con un psiquiatra, quien le dio un consejo que valora mucho.

“Una vez lo conversé con un psiquiatra y me dice ‘Rafa uno en la vida con los hijos está expuesto a quedar de huevón todos los días, entonces tú tienes que tratar de quedar las menos veces de huevón’, y fue el mejor consejo que me ha dado un ser humano”, aseguró.

Finalmente reflexionó aseverando que aunque fue un corto tiempo marcó mucho a su hija.

“Uno nunca está preparado, nunca tiene la capacidad de observación para haber detectado una situación lamentable, corto, pero suficiente para marcar”, dijo.