La noche de este lunes Contra viento y marea, conducido por Pancho Saavedra, mostró dos intensas historias de amor y desamor.

No obstante, la primera llamó más la atención, donde Mabel y Richard fueron los protagonistas. Ella tiene que desplazarse en una silla de ruedas, luego de haber recibido un disparo de una bala loca en su columna.

Por eso vivió momentos difíciles con su familia hasta conocer a su novio. Sin embargo, él tiene problemas de abuso de drogas, por lo que no llegaron a casarse después de que él recayera algunos días antes de la celebración.

El matrimonio no llegó a realizarse en el programa, pero ambos dejaron claro que cuando él se rehabilitara, volverían a intentarlo.

En medio de los diálogos, Pancho Saavedra, a quien le tocó de cerca este tema, recordó el periodo en que abusaba de las drogas.

Mientras conversaba con Mabel, intentó aconsejarla en base a su propia experiencia: “Yo te quiero decir algo (…) Yo pude salir de la cocaína, cuando estuve metido tres meses. Pero él no puede manejar sus emociones, él está hace mucho tiempo metido en algo que es una droga dura y destructiva que es la peor de todas”, expresó el animador con toda honestidad.

Captura | Canal 13
Captura | Canal 13

Incluso, Saavedra le ofreció ayudar a su novio para encontrar un centro de rehabilitación y así superar su adicción. No obstante, el día en que se internaría, Richard desapareció… otra vez.

Las declaraciones del animador de Contra viento y marea generaron varias reacciones en Twitter. Revísalas a continuación:

Cabe recordar que en 2015, el querido rostro de Canal 13 dio detalles de este duro episodio que tuvo con la cocaína.

Saavedra contó que siempre lo tuvo todo y que cada vez que tenía un problema aparecía su abuelo y los solucionaba con plata. Por eso no sabía hacer nada, hasta que se aventuró y decidió dejar su natal Curicó y viajar a Santiago a estudiar.

“Salgo del cascarón y llego a Santiago y empiezo a estudiar Comunicación Audiovisual. Entonces (surgió la pregunta de) cómo me valido ante al resto, cómo me hago moderno. Tenía que validarme, tenía que existir y yo recuerdo que empecé a carretear mucho con mis compañeros, trataba de ir a todos los lugares. Una compañera me dice un día ‘Probemos cocaína’ y ahí estuve 3 meses metido, eran 3 o 4 veces a la semana. Gracias a Dios una prima mía me vio y me acusó a mi mamá”, contó el animador.