Gran aceptación por parte del público tuvo el debut del programa de hechos paranormales de Chilevisión, La Hermandad.

Uno de los rostros que es parte del espacio es Chriss Mc Millan, quien contó que son tres los equipos que reportean y uno de ellos es el de ella, que ha investigado una serie de hechos alrededor del mundo.

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“Yo ya he investigado exorcismos, los secretos de Fátima, sanaciones a distancia, profecías. Y para lograr eso hemos viajado por Latinoamérica y Europa”, relató la periodista al diario La Cuarta.

A lo anterior además agregó: “Buscamos registros reales, documentados, hablamos con las personas exorcizadas, los curas exorcizados. Ahí nos pasaron las cosas más extrañas que puedas creer”.

Incluso reconoce que antes no creía en estas cosas, pero que “desde que partimos estos reportajes empezaron a pasarnos cosas muy raras. La conclusión del equipo, yo te diría, es que hay una fuerza maligna que nos impidió en todo momento hacer el reportaje”.

También añade que les rompieron el auto, “perdimos vuelos impensados, perdimos equipajes con todo el material grabado”. Chriss detalla el ataque que sufrió su auto explicando que se encontraban en medio de una entrevista con un sacerdote exorcista único en Chile. “El lugar estaba cerrado, no había por dónde entrar. Por primera vez el sacerdote daba su testimonio y en medio de la entrevista sonó la alarma del auto”.

“Estábamos adentro de la iglesia y la gente empieza a correr detrás mío. Escucho que dicen ‘nos robaron, nos robaron’. El padre me mira y me dice: ‘Por eso yo no hablo de este tema. Siempre que hablo de esto, algo pasa y esta no fue la excepción’“, dijo Mc Millan.

Aunque eso no fue todo, ya que también tuvieron problemas de salud. “Yo un día antes de viajar perdí mi pasaporte y todos mis documentos. En entrevistas de sacerdotes, oyes gruñidos de fondo, de la nada, cuando revisas el material y justo cuando el sacerdote dice que no hay que creer en lo que dicen los espíritus, se escuchan los gruñidos“.

Problemas físicos también tuvo, específicamente con su brazo. “Quienes estaban ahí vieron si había algo en mi cuerpo y utilizaron cuencos sonando alrededor mío. Al acercarse a mi brazo, doy fe de que empezó a moverse solo. Con una fuerza tremenda, me dijeron que no era un demonio, sino una fuerza negativa. Una magia negra que me enviaron”.