Douglas, Ana Sol Romero y sus tres hijas le dieron la bienvenida al 2018 de una manera bastante poco convencional. No hubo fuegos artificiales, ni bailoteo hasta el amanecer, y pese a que fue distinto la familia se mantuvo unida como siempre.
A más de 10.000 kilómetros de altura y entre Chile y Miami, Douglas y su familia celebraron el año nuevo de una particular manera. El chileno tomó un avión a Estados Unidos a las 23:20 horas del 31 de diciembre del 2017, extrema fecha que lo dejó sin festejar en tierra.
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El cantante, radicado en Miami, visitó nuestro país para acompañar a su hija mayor, Nicole Rebolledo de 25 años en el día de su matrimonio. Sin embargo, su estadía fue corta debido a que sus pequeñas solo tenían una semana de vacaciones dado que en Estados Unidos están en clases.
“Mis hijas tienen vacaciones solo hasta esta semana y estaba complicado encontrar vuelo directo de Santiago para cinco. Encontramos uno a las 23:20 horas del 31 de diciembre”, aclaró Ana Sol para Las Últimas Noticias.
“Fue una locura pensamos que el aeropuerto iba a estar muy desocupado la noche de Año Nuevo, pero no. Estaba repleto de gente que se va de vacaciones”, agregó.
Año nuevo en el aire
A Douglas y su familia no le quedó otra opción que resignarse a pasar un año nuevo en el avión, sin embargo, no esperaban la ‘fiesta’ que tenía preparada la tripulación del vuelo.
Con una cuenta regresiva, cotillón, luces de colores y un sobrio brindis, los pasajeros celebraron las 12 para luego continuar de manera normal con el viaje.
“Diez minutos antes de la medianoche el capitán dijo que avisaría, luego hizo una cuenta regresiva que todos corearon. Todos nos abrazamos, la tripulación estaba con cotillón. Las luces adentro del avión comenzaron a cambiar de color, fue muy bonito”, manifestó Ana Sol.
