En julio del año pasado, Valentina Henríquez presentó una denuncia contra su expareja, Camilo Castaldi ‘Tea Time’ al que acusó de agresión, proceso que quedó en suspensión condicional por decisión del Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago.

Entre las medidas que deberá cumplir el músico se encuentran mantenerse alejado por dos años de Henríquez, además de establecer un domicilio fijo y llevar a cabo un taller de música a niños de un colegio en riesgo social.

En entrevista con La Tercera, el exvocalista de Los Tetas se refirió a cómo ha sido el proceso que ha vivido tras la grave acusación en su contra, explicando que lo más difícil fue el juicio público, siendo “sentenciado” por la gente. “Me convertí en el símbolo del maltrato a las mujeres en Chile, mi banda sacó un comunicado que algunos criticaron duramente, pero tenía ese tono en que no me condenaban porque ellos que eran mis amigos sabían de esta relación tormentosa que yo tenía”.

Para Castaldi la decisión de sus compañeros se debió por la opinión de la gente. “La presión hizo que, de inmediato, me expulsaran… era lo que correspondía, pero era innegable que ante este linchamiento público pocos querían aparecer defendiéndome, pese a que mis amigos saben que no soy violento”, declaró.

Respecto a la acusación de Valentina en su contra, ‘Tea Time’ explicó que esto fue un caso puntual. “Una persona violenta es siempre violenta y yo nunca había estado en una situación así. Solo esta ex me acusa de eso. Yo quiero asegurar al mundo que no hubo palizas, ni puñetazos. Sí ocurrieron varios accidentes en el descontrol durante sus crisis en las que yo intentaba contenerla”, detalló.

Para el músico, todo esto se debió a su nivel de adicción a los estupefacientes, reconociendo haber sido “muy adicto a la droga”, explicando que con Henríquez “la relación era muy tóxica. Ella se desesperaba por mi adicción y no sabía cómo reaccionar frente a eso. Se desesperaba y descontrolaba. Tuve como ocho relaciones largas en mi vida y en ninguna de ellas hubo ningún episodio de violencia”, afirmó.

Consultado sobre las heridas que tenía la mujer, Castaldi insistió que eran accidentales. “Aunque no fue voluntario me avergüenzo de que haya pasado, mi forma de contenerla no fue la más prudente. No fue a propósito, sino un terrible accidente, aunque asumo que si hubiera manejado la situación de otra forma se habría evitado”, finalizó.