Tras las pifias que recibió por su participación en el Festival de Viña del Mar, de la mano de Bombo Fica, la argentina Mariela Montero terminó llorando.
No obstante, tomó fuerzas y volvió a salir al escenario. “Sí, lloré porque tenía una carga energética y la tenía que largar. Luego me cambié y salí de nuevo“, contó la trasandina.
También puedes leer
Además agregó que “los productores tenían miedo de que no saliera de nuevo. Creo que fui muy valiente. Ser así de sensible y aguantar un montón de cosas no fue fácil. Pero he vivido tantas cosas en mi vida que esto es una experiencia más. Ya estoy acostumbrada a los vuelcos y me levanto rápido”.
A pesar de todo, finalmente reflexionó señalando que “fue una gran experiencia. Voy a seguir luchando porque es lo que siento en mi corazón”.
Tras este incómodo momento, Mariela participó en otro festival, pero esta vez en el de San Javier, el que fue animado por Karen Doggenweiler e Ignacio Franzani.
Su show fue aplaudido y la canción que interpretó en el escenario, Loca loca, la misma de Viña, fue coreada por el público. Este mismo, pidió el Racimo de Oro para la artista, el máximo galardón que se da en este festival.
Tras su participación, Montero se expresó en redes sociales: “Todo pasa y todo llega. Quiero agradecer a la gente hermosa de #sanjavier, al señor alcalde, a mi querida @karendtv por la calidez, me llevo el premio más grande que es el cariño de la gente”.
Pero no fue el único mensaje. En otra publicación expresó: “Estoy tan feliz con mi racimo de oro que me entregó #sanjavier que quiero gritarlo a los cuatro vientos por lo que para mí significa… solo tengo gratitud en mi alma”.
