El concepto de ‘lujo’ queda pequeño cuando hablamos de la mansión de la actriz estadounidense Jennifer Aniston. Y es que cada uno de los rincones de su casa guarda detalles que la hacen realmente única.

Junto a su marido Justin Theroux y sus tres perros, disfrutan día a día de la mansión que fue construida en 1965 y diseñada por el renombrado arquitecto A. Quincy Jones.

Según consignó BioBioChile fue hace siete años que Jennifer Aniston decidió comprar dicha casona en Bel Air (Los Angeles, Estados Unidos), cuyo costo ascendía a los 21 millones de dólares, es decir, aproximadamente 12 mil millones de pesos chilenos.

La revista Architectural Digest tuvo la fortuna de ser testigo de la primera vez que la actriz abrió las puertas de su casa, mostrando sus lujosos muebles que mezclan lo moderno y lo antiguo, pinturas abstractas expresionistas, papel pintado a mano y alfombras de seda.

Antiguamente en el terreno existía un viñedo pero fue reinventado para incluir terrazas, jardines y una espectacular piscina para los días de mucho sol.

La actriz dice que ‘No hay otro lugar donde quiera estar’ y podremos conocer más de su entrevista en la edición de marzo de este año cuando sea portada.

Todos estos detalles que hacen que la mansión sea única, fueron una creación de Jennifer y su amigo Stephen Shadley. “Si no fuera actriz, me hubiera gustado ser diseñadora. ¡Amé el proceso!”, aseguró.

Revisa las imágenes a continuación:

“If I wasn’t an actress, I’d want to be a designer. I love the process,” says serial home renovator, and superstar actress Jennifer Aniston. “There’s something about picking out fabrics and finishes that feeds my soul.” Aniston’s commitment to the craft was certainly put to the test in her latest residential project, the reimagining of a Bel Air house that was designed by architect A. Quincy Jones and completed in 1965. Aniston enlisted the aid of #AD100 interior designer @stephenshadley to help preserve the modernist ethos of the original scheme while softening some of its sharp lines and outfitting the interior with tactile, organic finishes and furnishings. “Sexy is important, but comfort is essential,” she avers, pointing as evidence to the vintage Jean Royère Polar Bear sofa, Jacques Adnet armchairs, and Mies van der Rohe daybed arranged in the living room, pictured here. Take the full home tour through the #linkinbio Photo by @francoisdischinger; text by @mayer.rus; styled by @lawrenhowell

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