La cantante Camila Gallardo, que se hizo conocida tras su exitoso paso por The Voice, tiene 19 años y un característico cabello muy crespo lleno de rulos.

Pero la joven, tiene una extraña manía y es que no le gusta que le toquen el pelo. Y además recuerda que no sabe cuándo fue la última vez que se lo alisaron.

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“No dejo que me toquen mucho el pelo, a mi tampoco me vas a ver pasándome las manos por él a cada rato. Me gusta dejarlo vivir, al natural”, señaló la intérprete a LUN.

Sin embargo, es algo que sus fans no saben, por lo que señala que “de repente voy por la calle, me paran, me tocan el pelo y me preguntan si es real, si son extensiones y me cohíbo muchísimo, me paralizo. Cuando se van a tomar fotos también hay contacto, porque siempre los abrazo. Me comentan que lo encuentran bonito”.

Cuenta también, que cuando estaba en primero medio decidió dejarse el pelo largo y que ahora por ningún motivo se lo cortaría. “Si lo hiciera me sentiría súper vacía, porque es mi sello, es mi otro yo. Mi pelo tiene historia y me encanta”.

Además aclara que “suelen pensar que paso cuidándolo, pero no es tan así. Los productos que uso se encuentran en cualquier parte. Me lavo con shampoo y después me aplico crema para rulos. Muchas pueden tener ritos, yo solo me echo aceite de coco en las puntas”.

Su rutina de tratamiento es bastante simple, ya que se lava el cabello cada dos o tres días y nunca se lo alisa, ya que tiene el cabello muy fino y le da miedo quemarlo. Agrega también que cuando se seca el pelo, lo hace en temperatura media.

Recuerda también que cuando estaba en el colegio, no le gustaba su cabello, “tuve un trauma cuando chica. Fui a un colegio de solo mujeres en Viña del Mar, mis compañeras tenían el pelo largo, rubio y liso. Estaba en séptimo básico, un día llegué a mi casa y le dije a mi mamá que me cargaba mi pelo, que no me sentía aprobada al no tenerlo liso. Ella me llevó a hacerme un alisado permanente con keratina y formol. Este último químico ya no se usa, porque daña el cabello de forma increíble. Me lo alisé así dos veces y cada resultado duraba apenas dos meses porque tengo demasiados rulos, así que era frustrante. Pero un día me cansé”, comenta.

Actualmente se atiende con el peluquero de los famosos, Jean Bohus, quien cuenta que “ella solo pide cortar lo dañado, que son las puntas que puedan estar florecidas. Si se lo cortara a algo más convencional o de vanguardia, siento que dejaría de tener su sello. No hay nadie en el mercado nacional con ese formato de cabello“.

Incluso revela que la artista se aclaró un poco el tono del cabello, para lo cual “usamos un producto súper aclarante, que baja de dos a tres tonos y deja un efecto natural. Por su pelo, el trabajo demoró cerca de cuatro horas”.