Luego de años difíciles con estrés, parálisis, quiebra y separación amorosa, el chef y conductor de television Christopher Carpentier, está pasando hoy su mejor momento tanto en lo familiar como en lo profesional.

Porque no sólo MasterChef y su éxito le vinieron como anillo al dedo, sino que su segundo matrimonio, con Alejandra Vallarino, pues lo sacó del poso en el que había caído, al punto de relanzar su carrera gastronómica con nuevos restaurantes y lograr una estabilidad emocional importante.

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“La vida te quita cosas, pero te regala otras. A mí me regaló la salud de vuelta, una familia, volver a afirmarme económicamente, tener nuevos proyectos en televisión. De los 20 a los 33 fui súper exitoso pero no feliz, andaba buscando en las cosas materiales, afuera, en los lugares equivocados. Hasta que me pegué este porrazo y me di cuenta que la felicidad está en lo sencillo”, contó el cocinero a Nueva Mujer, comentando como el complejo parálisis que lo afectó hace algunos años logró abrir sus ojos.

Sobre esta relación, que comenzó en el peor momento de ambos, tanto así que su señora había enviudado, el jurado del programa gastronómico de Canal 13 comentó.

“Nos conocimos en pelotas, en un momento en que estábamos con todas las defensas bajas. A partir de eso nació nuestra relación, entonces creo que eso hace que sea muy poco lo que uno le pide a ella, porque todos son regalos. Hoy miro la vida así. Despertarme y que los niños estén sanos es un regalo. Despertarte y ver reír al otro es un regalo. Te conociste con tan poco que te das cuenta que no necesitas mucho más, y todo lo que viene es vuelto. Creo que eso hace que sea un tipo de relación mucho más liviana”.

Su amistad con Felipe Camiroaga

El moreno de C Cocina, además repasó su relación con Felipe Camiroaga, con quien jugaba polo y compartía su gusto por el campo y la naturaleza.

“Un parque que tenga muchos árboles milenarios, frutales, un huerto, una laguna, animales, caballos, una casona… Me imagino una viña… Si pienso en un sueño sería retirarme algún día en un lugar así. (¿Un espacio como el de Felipe? consulta la revista)… Con él compartíamos la visión de la TV, se reía mucho de ella y creo que por eso le fue bien; además era muy poco políticamente correcto. Por eso opinaba poco y daba pocas entrevistas. No iba a mentir. Éramos muy parecidos en muchos temas…”

A esto agregó que “Creo que Felipe le hace falta a la tele. A mí me hace falta desde el punto de vista de la amistad y el humor que tenía. Era súper incondicional a la gente con la que trabajaba y enorme la cantidad a la que ayudaba. Un hombre muy sensible, valiente”, confesó Chris, que junto con el éxito de MasterChef, disfruta del renacer de sus emprendimientos gastronómicos, de las ventas de sus libros de cocina, de su programa de televisión, de su señora y de una vida familiar que hoy sí puede disfrutar a plenitud, pero que costó un buen costalazo.