El gobierno mexicano analiza la posibilidad de expulsar del país a la polémica conductora de televisión peruana Laura Bozzo a petición de una diputada de izquierda, que considera que su programa viola los derechos infantiles, mientras ella asegura que no se marchará “ni en ceniza”.

La diputada Verónica Juárez, del Partido de la Revolución Democrática (PRD, izquierda), sostuvo que el programa de entrevistas que conduce Bozzo, transmitido en horario estelar por televisión abierta, está “lleno de amarillismo, incitación a la violencia” y “acciones humillantes y denigrantes” para sus participantes, de acuerdo con una nota de prensa del Congreso.

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La legisladora propuso solicitar a la secretaría de Gobernación (equivalente a un ministerio del Interior) que diera seguimiento al programa “Laura”, transmitido de lunes a viernes por Televisa -la principal cadena hispana-, para evitar poner “en peligro la vida, integridad, dignidad” de los menores que acuden a su estudio de televisión.

El Congreso desechó el miércoles esta petición porque Gobernación le informó que ya está analizando la “petición en la que solicita la expulsión del país de Laura Bozzo, así como la cancelación de su programa”.

Una fuente de Gobernación dijo este jueves a la agencia AFP que no hay una fecha límite para que se conozca la respuesta a esta petición.

El proceso ha enfurecido a la popular presentadora. “Yo soy más mexicana que el chile (…) a mí nadie me saca de México. No me sacan de acá ni en ceniza”, respondió Bozzo este mismo jueves en una entrevista con la emisora Radio Fórmula.

México “es un país democrático donde se respeta la libertad de expresión”, subrayó la peruana, quien ha iniciado los trámites para obtener la nacionalidad mexicana.

Bozzo insistió también en que con financiamiento obtenido a través de su programa, en el que supuestamente descubre infidelidades y abusos, se efectúan operaciones gratuitas para problemas como cataratas y labio leporino.

La peruana, de 63 años, ha estado involucrada en varios escándalos en México y en su propio país. En septiembre de 2013 recibió numerosos reproches por hacer uso de un helicóptero gubernamental para simular que traslado víveres a damnificados del estado de Guerrero por el paso de los poderosos huracanes Manuel e Ingrid, imágenes que transmitió en su programa.

Bozzo llegó a México en 2009 después de que en Perú se le acusó penalmente de haber recibido recursos del gobierno del ex presidente Alberto Fujimori.

En 2011 también fue criticada por llamar al aire “putita” a una de sus entrevistadas, a la que acusó de “acostarse (tener relaciones sexuales) con todos” y propuso su encarcelamiento por su vida sexual.