En una nueva emisión del exitoso programa de corte policial de Chilevisión, una particular inspección de Carabineros desató la impresión en los televidentes gracias a la manera en que un conductor sumido en la fe intentó excusarse por su falta.

El hecho se registró durante una ronda policial en el mirador del Cerro Renca, un lugar muy peligroso, sobre todo de noche.

Al percatarse que un automóvil estaba estacionado en un curva y con las luces apagadas, los carabineros se acercaron para ver qué ocurría. Impresión total en ellos causó el hecho que los vidrios estaban completamente empañados.

Tras golpear la puerta, un nervioso conductor bajó el cristal lentamente. Claro, el efectivo de orden público había interrumpido el momento íntimo de una pareja que daba rienda suelta a su amor en el oscuro y para nada concurrido lugar.

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Por supuesto, él tuvo que bajarse del vehículo y escuchar las faltas en las que había incurrido, además de recibir los consejos para evitar robos en espacios de este tipo. La justificación del malogrado chofer desató las carcajadas de muchos y varias de sus frases son para el bronce.

“Si usted me revisa, tengo mis documentos, la Biblia, tengo música cristiana. No estábamos haciendo nada malo”, manifestó el hombre valiéndose de la religión para excusarse por su falta, que principalmente se debía por estar con las luces de estacionamiento apagadas en un sitio oscuro y en un curva.

Ante la pregunta del periodista sobre el por qué de los vidrios empañados, el particular implicado nuevamente sacó a colación su fe señalando que se debía por la calefacción que estaba encendida. “Revisa, no hay nada en el auto, no ha pasado nada y tampoco podemos, nosotros no podemos hacer nada (por la religión)”.

Minutos después se supo que los muchachos eran novios y estaban un tanto peleados, por lo que escogieron este retirado lugar para reconciliarse porque es especial para ellos. “A veces venimos a ayunar acá, venimos a orar a un lugar desierto. No estábamos haciendo nada. Esto Dios lo está viendo, él sabe. Él es el de la verdad, no nosotros”.

Finalmente el hecho quedó en un tirón de orejas de carabineros que invitó al conductor a abandonar el peligroso recinto.