Pasado el mediodía tuvo lugar el esperado piscinazo de la nueva soberana del Festival de Viña del Mar, Jhendelyn Núñez, quien se lanzó al agua sin tela y sin pintura. La bella tenía sólo el 30% de su cuerpo cubierto con diminutos cristales.
Entre los cientos de periodistas y fotógrafos que se peleaban la exclusiva de la nueva reina, apareció la rubia más farandulera de todas: Sandy Boquita.
La argentina se presentó con un trikini en el Hotel O’Higgins con la firme intención de tirarse la piscina igual que Jhendelyn, sin embargo, no lo consiguió.
Ante la ola de críticas la rubia señaló en su cuenta de Instagram que su motivación nunca fue opacar la performance de Núñez, pues incluso ella la apoyó en su candidatura, aún cuando la propia Sandy llevaba una campaña alternativa y que superó en votos a Flavia Fucenecco.
Sin embargo, cuando estaba lista y dispuesta con su traje de baño negro los guardias del recinto impidieron su piscinazo, en medio de la expectación de la prensa, pues habría sido un hecho inédito en un Festival de Viña.
La farandulera explicó en su cuenta de Instagram, para despejar dudas, que ella solo quería hacer algo divertido para los periodistas, pero que lamentablemente no se pudo debido a las bases de los organizadores.
“Siempre dijimos luego de q la reina se retire…jamas empañar ni nada ya q jen era la candidata q yo apoye y hasta le tire buena onda en los medios…y asi fue esperamos..pero no se pudo…segun las bases d la Cuarta“, (sic) indicó.
