La película “50 sombras de Grey”, adaptada del best seller erótico-sentimental y esperada ansiosamente por miles de fanáticos, resultó ser una película suavemente tórrida, lejos del escándalo que prometía una sofisticada campaña de marketing.

“No es demasiado hot”, comentó Melanie, una chica de 17 años que vio la película en un cine de París.

La película fue estrenada el miércoles en Francia, en Bélgica, en Alemania (en el Festival Internacional de Berlín), en Serbia y Filipinas, en el marco de un lanzamiento mundial durante varios días hasta el sábado.

¿Es usted un sádico? No, soy un dominador“. Desde el inicio, Christian Grey, el personaje principal de la saga, le baja la temperatura a la película, que se estrena este miércoles en varios países.

En Serbia, las entradas estaban agotadas desde hace varios días y en Bélgica ya se vendieron 75.000.

“Espero mucho de la versión cinematográfica después de haber leído los libros. Pasé la noche en blanco“, dijo Giulia Basendeka, 20 años, en un cine de Bruselas.

A pesar de algunas escenas bastante crudas, la película está lejos de las referencias en materia de erotismo, como “El Imperio de los Sentidos”, “Nueve semanas y media” o, más subversiva aún, “Último tango en París”.

En Francia, uno de los países que tuvieron el privilegio del estreno mundial, la película es apta para mayores de 12 años, lo que da la pauta de su suavidad.

La película, basada en la novela de E.L. James, que sedujo a millones de lectores, sobre todo a un público femenino, cuenta la historia de amor y sumisión entre Grey y una joven de 22 años, todavía virgen, seducida durante una entrevista de empleo.

Interpretado por el actor Jamie Dorman, Grey, de 27 años, es un multimillonario al frente de un imperio económico que lleva su nombre y además un pianista virtuoso y piloto de helicópteros.

Anastasia Steel (Dakota Johnson), una estudiante ingenua y sin dinero, se enamora a primera vista del ejecutivo que acumula todos los clichés del éxito y la fortuna.

En definitiva, una historia de amor entre un experimentado y una inocente joven. Salvo que Grey exhibe “talentos” menos convencionales a los cuales Anastasia va a sucumbir.

El “cuarto rojo” del protagonista está repleto de látigos, esposas y aparatos de suplicios, Grey inicia a Anastasia en el sadomasoquismo y, entre caricias con una pluma de pavo real y cubitos de hielo, le propone que se someta a él.