Son cientos los veraneantes que quedaron atrapados en el balneario mexicano de Los Cabos, donde el huracán Odile anda haciendo de las suyas. Esta nada agradable tormenta tropical ha producido graves destrozos en hoteles y viviendas y muchos han aprovechado la oportunidad para andar saqueando.

238 mil habitantes se encuentran incomunicados, sin suministro eléctrico ni agua potable, como informó agencia AFP. Si bien no hay conocimiento de ninguna muerte, se sabe de un centenar de heridos.

El gobierno alista un puente aéreo para empezar a evacuar a partir de hoy a los 30 mil turistas que estaban en hoteles de la zona cuando Odile tocó tierra. Entre ellos se encontraba la modelo colombiana Pilar Ruiz, como informó La Cuarta.

“Los autos volaban en el aire, al igual que las sillas de los departamentos. Me puse a llorar, estaba súper nerviosa y traté de comunicarme, pero la señal estaba muy mal”, admitió la maniquí.

Y luego agregó a este medio nacional que “los dos primeros días que llegué hubo vientos de 90 kilómetros por hora y mucho viento y lluvia, pero con intensidad moderada. Después hubo días de sol y aproveché de ir a la playa, pero de un momento a otro las noticias empezaron a informar que venía un huracán que hoy nos tiene aterrados”.

“Estoy en el departamento de unos amigos, a punta de vela, porque no hay luz y estamos tratando de conservar la batería de los celulares. Debemos sacar agua de la piscina para el baño, porque tampoco hay agua. Estamos comiendo atún, algunas vienesas que tenemos guardadas y tomando té enlatado y bebidas, pero debemos conservar lo poquito que hay, porque acá está todo cerrado”, explicando así la delicada situación que se vive en el país latino.

Muchos turistas pasaron la noche en el aeropuerto, donde era posible apreciar un avión volcado sobre la pista del terminal aéreo. Por suerte, el fenómeno perdió fuerza ayer en la noche hasta degradarse a depresión tropical, aún sosteniendo vientos de 100 kilómetros por hora.