Últimamente, surgieron en redes sociales una serie de recomendaciones para bajar de peso. Influencers entregan recetas, sin supervisión médica, sobre productos y alimentos que ayudarían a perder grasa. Y uno de los nombrados es el agua de avena.

Esta preparación se volvió famosa por sus propiedades y también por -aparentemente- ayudar a eliminar esos kilos de más.

Pero… ¿Es realmente un alimento nutritivo que ayuda a bajar calorías? Para salir de dudas, en Página 7 conversamos con Evelyn Sánchez, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de Universidad de Las Américas.

De partida, en cuanto a sus propiedades, la especialista indica que “la avena es un cereal con amplios beneficios demostrados a nivel cardiovascular y digestivo, asociados a su contenido de fibra y micronutrientes como vitaminas del complejo B, hierro, magnesio, etc”.

Además, destacó que “contiene beta glucanos, un polisacárido no absorbible que aumenta la viscosidad del bolo alimenticio, ralentizando la absorción y favoreciendo la saciedad. Si bien, las recomendaciones orientan su consumo en estado natural, el incluirla en este tipo de preparación no debería ser perjudicial a la salud, a menos que se le adicione azúcares simples u otros, por ejemplo”.

 

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En cuanto a sus beneficios, la experta indicó que están asociados a sus componentes. “Si bien idealmente debe ser consumida en su estado natural, el incorporarla en este tipo de preparación de manera ocasional es recomendado, sobre todo si reemplaza bebidas o néctar azucarados, por ejemplo”.

¿Cómo preparar agua de avena?

Si bien existen variadas alternativas para preparar el agua de avena, “para la elaboración en crudo, se recomienda remojar por al menos 6 a 8 horas”.

Luego, la especialista detalla que se debe eliminar el agua de remojo, “enjuagar y agregar agua fresca para luego procesar”.

“En algunos casos se sugiere colar, otras mantener la totalidad de la mezcla. Asimismo, se le puede adicionar algún edulcorante, canela, etc.”, dijo.

En cuanto a la ingesta diaria recomendada, “va a depender de factores asociados al estado nutricional, presencia o ausencia de enfermedad, actividad física, etc”.

Eso sí, Sánchez recomienda que idealmente se debería alternar su consumo con la ingesta de avena en su estado natural. “Basados en las calorías de referencia nacional, no más allá de 1 o 2 vasos, sin azúcar añadida y evitar incluir otro cereal en el mismo tiempo de comida”, recalcó.

Agua de avena y pérdida de peso

La nutricionista detalló que si bien la ingesta de avena, “con su alto contenido de fibra favorece la saciedad, no se le podría atribuir directamente un efecto en la reducción de peso, ya que hay otros factores involucrados”.

En cuanto a si una embarazada puede consumirla, precisó que va a depender de su estado nutricional. “Pero de manera ocasional y sin la adición de azúcares simples, no hay contraindicaciones”.

 

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En cuanto a las restricciones de consumir agua de avena, explicó que si bien es beneficiosa por su contenido de fibra y otros micronutrientes, “como cualquier alimento en exceso puede traer consecuencias”.

Finalmente, la especialista indicó que “se debe evitar consumir con otros alimentos del grupo de los cereales en el mismo tiempo de comida y con azúcares añadidos”.