Una extraña situación fue la que alertó una madre australiana a través de redes sociales, donde dejó en evidencia que, luego de contagiarse con COVID, comenzó a cambiar el color de su leche natural, tornándose verdoso.

Según explicó el pediatra Christian Polanco a BioBioChile, el fenómeno de debe a que “la leche tiene células especiales (como macrofagos y linfocitos B) que se transmiten al niño para otorgarle protección mientras el sistema inmune del bebé se desarrolla”.

Además, el especialista detalló que esto comienza a partir de los 3 meses, y “si la madre adquiere una infección viral, estos mecanismos de defensa se activan y aumentan”.

Así, en el caso del coronavirus, se manifestaría con un cambio del color de la leche de blanco a verde, y con una consistencia más densa.

Sin embargo, el pediatra advirtió que esto no ocurre en todos los casos, por lo que se trataría de un síntoma específico del COVID-19, aunque no sea común, pues lo más frecuente sigue siendo el malestar a nivel respiratorio.

No es un caso aislado

De acuerdo al relato del doctor Polanco, existen otras infecciones que podrían causar cambios en la coloración de la leche materna.

En casos de sífilis y VIH, por ejemplo, el alimento inicial de los lactantes se puede tornar café oscuro o casi morado. En situaciones así, cuando la paciente entra en fase aguda, se suspende el proceso y el bebé recibe relleno.

Sin embargo, en este caso particular el médico pediatra no recomienda dejar de amamantar, incluso si la leche se vuelve verde por el coronavirus. Esto porque el SARS-CoV-2 no afecta los componentes y continuaría ofreciendo protección al recién nacido.