El miedo al dentista es un problema que involucra tanto a niños como adultos, y puede traer consigo consecuencias negativas para la salud dental.

De hecho, según cifras del Minsal, la prevalencia de las caries puede alcanzar casi el 63% en la población mayor de 12 años. Por lo mismo, el manejo del temor desde la infancia es fundamental.

“El miedo al dentista es algo más bien subjetivo, que se asocia principalmente a experiencias previas negativas o fobias”, explicó Laura Cruz, odontopediatra de Clínica Santa Blanca.

“Muchas veces somos los adultos los que traspasamos esos temores a los niños. Es por esto que tenemos que evitar predisponerlos y no utilizar frases como ‘no tengas miedo’, ‘no te va a doler’ o ‘¿estás muy nervioso?’. Al contrario, tenemos que hablarles en positivo y confiar en que ellos tendrán su propia experiencia”, agregó.

Sobre este tema, Sebastián Peragallo, docente de la Universidad de Valparaíso, señaló el miedo lo nota bastante en adultos.

“Obviamente, los procedimientos en los dentistas antiguamente eran diferentes, lo que muchas veces pudo provocar experiencias traumáticas y eso los padres lo traspasan a los niños”, detalló.

“En adultos la recomendación es entender que hoy la odontología es más amigable. Y si no pueden manejar la inseguridad, hablen previamente con su dentista. Actualmente es posible trabajar con ansiolíticos, relajantes musculares y otras medicaciones, hay formas de hacer las cosas mucho más simples y fáciles para los pacientes”, añadió.

Peragallo comentó que “el menor que nunca ha ido al dentista y sus padres no han tenido ningún contacto traumático, viene a probar, a conocer y tiene un buen desarrollo, a menos que pase algo traumático”.

Por eso es bueno que vengan al dentista desde chiquititos, sin contarles nada, sin amenazar, evitar decir, por ejemplo, ‘si te portas mal, te llevo al dentista’; y sobre todo venir antes que ocurra un problema porque así saben qué es, van a control y terminan, fortaleciendo una familiaridad sana con la experiencia”, acotó.

Ante este temor tan presente, nació el Club Ratón Pérez, un programa de odontología preventiva y entretenida, formado por profesionales del área especializados en atención de niños, quienes a través de una metodología didáctica y lúdica logran que éstos tengan una primera aproximación amigable al dentista, ya sea en su propia casa o en la clínica.

“Las técnicas que utilizamos son principalmente a través del juego. Con herramientas y modelos que los niños puedan tocar y explorar, y así son ellos mismos los protagonistas de su ‘primera cita con el dentista'”, explicó Cruz.

La odontopediatra también destacó que “todo va de la mano de nuestro amigo el Ratón Pérez, ahí conocen su casita, escuchamos su canción, él les manda regalos y así logramos entrar en la imaginación de los pequeños para siempre”.

Usted no lo haga

Algunos consejos para convertir esta experiencia en un recuerdo grato y no en una pesadilla para niños y niñas.

1. No traspasemos nuestros miedos a los niños: La experiencia odontológica de su hijo será distinta a la suya. Confíe en las instrucciones del odontopediatra.

2. No reprimas sus emociones: La recomendación es ayudarlos a identificar qué los asusta, con el objetivo de disminuir la ansiedad y el miedo a lo desconocido.

3. Otras palabras prohibidas: Aguja, pinchazo y vacuna son también conceptos que es mejor evitar como padres a la hora de asistir al dentista. Los niños pueden confundir alguna molestia o presión con dolor, por eso es importante saber explicarles previamente lo que sucederá. Debemos lograr que confíen en su odontopediatra.