Llegó el verano y con ello también las ganas de comer alimentos frescos, como las frutas: sandía, melón, uvas y frutillas son las favoritas en la época estival.

Sin embargo, hay una en especial que no es del todo conocida y que sorprende por su rico sabor: hablamos de las frutillas blancas, sí, sin ese característico tono rojo, pero no por eso menos sabrosa.

Para conocer las propiedades de esta rica y desconocida fruta, en Página 7 conversamos con Alexia Hananias, directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad de Las Américas.

La experta nos contó que entre sus beneficios, al igual que las frutas en su mayoría, “contiene flavonoides, compuesto que son antioxidantes y que cumplen un rol protector para nuestra salud”.

Pero eso no es todo, ya que también agregó que contiene “ácido fólico, potasio, una imporante cantidad de vitamina C, es libre de grasa, libre de sodio y es baja en calorías”, precisó.

Pero… ¿cuál es la procedencia de la frutilla blanca? Aunque no lo creas, la frutilla blanca se cultiva en la región de La Araucanía, en la comuna de Purén y también en la región del Biobío en la comuna de Contulmo.

Diferencias entre la frutilla roja y blanca

No solo tienen un color distinto, también en cuanto al sabor se pueden notar grandes diferencias.

Según sostuvo la especialista, “sus principales diferencias se atribuyen a las características organolépticas. La frutilla blanca es más pequeña, de color blanco pálido a un rosado translúcido, de olor intenso y de sabor dulce”.

Asimismo, indicó que “su cultivo es bastante dificultoso, ya que se trabaja durante todo el año para cosechar esta frutilla en el mes de diciembre a enero. Por esa razón su valor monetario es elevado“.

Diferencias en cuanto al sabor

Aunque se puede pensar lo contrario, la frutilla blanca es más dulce que la roja.

“La frutilla blanca tiene un sabor mucho más intenso y más dulce que la frutilla roja”, indicó Hananias.

En esa misma línea agregó que “a veces encontramos frutillas rojas que son un poco amargas, en el caso de las blancas no lo vamos a encontrar porque en su mayoría contiene este sabor intenso”.

En cuanto a cómo consumirlas, la experta indicó que la frutilla blanca “la podemos consumir como fruta fresca o en distintas preparaciones, como por ejemplo: mermeladas, helados, ensaladas como ingrediente en ellas”.

Asimismo, explicó que “en la zona de Contulmo y Purén, los kuchen son muy característicos. También en jugos, batidos, entre otras preparaciones que uno quiera entregarle un sabor distinto”, finalizó.

 

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