Cuando llegan los días fríos, es lógico que los padres busquen fórmulas que ayuden a proteger a sus hijos de posibles resfriados, gripes y de los típicos virus del invierno.

Si bien es normal que nos enfermemos cuando pescamos un virus, las complicaciones vienen cuando no se está preparado para afrontar eso.

En este contexto, Amaru Latorre, nutricionista de OK to Shop, explicó la importancia de mantener bien alimentados a los niños, para que su cuerpo esté preparado ante cualquier patógeno.

“Estar nutridos significa que nuestro cuerpo debe recibir todos los nutrientes que necesita en las porciones adecuadas ya sean vitaminas, minerales y proteínas”, señaló la especialista.

Para fortalecer el sistema inmune hay que tomar en cuenta distintos factores, es por eso que no existe un alimento mágico o milagroso que asegure una protección inmunológica inmediata.

“Formular una dieta variada, con porciones adecuadas, escogiendo diferentes colores de frutas y verduras, será la clave para ayudar a nuestro cuerpo a estar en su estado óptimo y estar listo y preparado ante cualquier amenaza”, añade Amaru.

La nutricionista explica que un ejemplo claro es la vitamina C. Protagonista de las temporadas de frío por su rol como fortalecedor de nuestro sistema inmune. Sin embargo, consumirla en alimentos cítricos o en suplementos durante un resfrío, no te hará superarlo más rápido.

“No ayuda a combatir la gripe, sin embargo, si la tomamos regularmente, nuestro sistema inmune estará fuerte y podrá recuperarse rápido”, indica.

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En conclusión, una persona con buena nutrición cuenta con mejores defensas para enfrentar cualquier enfermedad, en comparación con alguien mal nutrido. Por lo tanto, la constancia del consumo sería fundamental para poder obtener los beneficios que ofrecen los nutrientes de determinados alimentos.

Vitaminas y minerales en niños

Es fundamental que no falten vitaminas C, D, A, B12 y minerales como zinc y el cobre en los alimentos que consumen los niños. La nutricionista de OK to Shop preparó a continuación una lista de las funciones de cada una de ellas con el sistema inmune:

La vitamina C: cumple un rol fundamental de mantenimiento de las mucosas mediante la formación de colágeno, que son la primera barrera de acción contra los patógenos, impidiendo que el virus ingrese directamente al sistema. Se encuentra en frutos cítricos como la naranja, el limón y el pomelo.

La vitamina A: actúa en conjunto con la vitamina C ayudando a mantener las barreras naturales contra las infecciones. Entre sus fuentes se encuentran las frutas de color naranja y amarillo y productos de origen animal como carnes y lácteos.

El zinc: es un modelador genético que ayuda a que la producción de células sea más rápida. También tiene efectos sobre cómo los anticuerpos responden cada vez que se enfrentan a un patógeno. Se encuentra en carnes rojas y blancas, avellanas y almendras, queso y avena, entre otros.

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Los probióticos: modulan el sistema inmune, ya que sintetizan sustancias que ayudan a mantenerlo en condiciones óptimas y lo activan, estimulando la producción de anticuerpos. El yogur y alimentos fermentados como el chucrut natural, el kéfir y la kombucha son fuentes de probióticos.

Los antioxidantes: capturan y neutralizan los radicales libres, que son sustancias capaces de dañar las células y el ADN. El licopeno es un antioxidante que se encuentra en el tomate, mientras que las antocianinas están en los frutos rojos.