Pese a que su existencia se remonta al 2010, las freídoras de aire han tenido su ‘boom’ en los últimos meses, probablemente impulsado por el confinamiento y -de paso- por una búsqueda de comer de manera más saludable.

Fue la compañía alemana Phillips la que presentó por primera vez este aparato en la feria de tecnología Internationales Funkausstellung (IFA) de Berlín en 2010. La tecnología que utiliza se conoce como ‘Rapid Air’ (aire rápido), patentada cuatro años antes por Turbochef Technologies en Estados Unidos.

Seguramente muchos se han preguntado cómo funciona realmente una freídora de aire o ‘air fryer’ -como también se les conoce- y en realidad su lógica es bien parecida a la de un horno convencional solo que a niveles más altos.

Temperaturas altas y aire caliente que circula constantemente alrededor del alimento, provocan que la comida se cocine más rápido que un horno convencional y se cocine de manera homogénea.

La gracia -para muchos de sus defensores- es que puedes cocinar con apenas unas gotas de aceite y obtener el mismo resultado a si sumergieras papas fritas en una olla con aceite.

Pero ¿realmente son más saludables?

Un estudio de Hong Kong, llevado a cabo por el ente regulador del consumidor, concluyó que algunas de las freídoras disponibles en ese territorio producían sustancias químicas relacionadas con el cáncer, en niveles que sobrepasan a los exigidos en la Unión Europea, consignó el portal local The Standard.

Lo anterior tras analizar 12 modelos disponibles, en los que aplicaron pruebas como determinar el contenido de acrilamida de las papas fritas delgadas congeladas fritas al aire, indicaron desde el Consejo de Consumidores.

Cabe señalar que la acrilamida es una sustancia química tóxica y potencialmente cancerígena, cuyo punto de fusión es de 84-86 grados celsius.

El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, destaca que los alimentos y el humo de cigarrillos “son las fuentes principales de exposición a la acrilamida”.

Entre los alimentos podemos encontrar -justamente- las papas fritas, las galletas, aceitunas enlatadas, pan, cereales, y café, por nombrar algunos.

Eso sí, el nivel dependerá de la forma en que se cocinan tales alimentos, la temperatura y el tiempo de cocción. “La disminución del tiempo de cocción para evitar un tostado o dorado en exceso; blanquear las papas antes de freírlas; no guardar las papas en el refrigerador; y secarlas en un horno de aire caliente después de freírlas) son formas de reducir el contenido de acrilamida en algunos alimentos”, indican.

En el análisis, se determinó que todos los modelos contenían acrilamida en niveles que deberían alertar a los entes reguladores.

Eso sí, al probar uno de los modelos con el nivel más alto de acrilamida, y reducir el tiempo de cocción o bajar la temperatura de cocción, el contenido de la sustancia en las papas fritas, se redujo significativamente a un nivel aceptable.

Revisión de una nutricionista

La nutricionista Jennifer Anderson Logan, del Instituto Cardiovascular de Novant Health, en Estados Unidos, en tanto, plantea la principal diferencia y -beneficio- entre el funcionamiento de una freídora de aire y una freídora convencional.

“Mientras que las freidoras de aire cocinan y crujen los alimentos con aire caliente, las freidoras requieren que se sumerja en una gran cantidad de aceite caliente. El aceite hace que el agua de los alimentos se evapore, lo que permite que el aceite se empape, dando como resultado alimentos con capas crujientes y con el interior húmedo y aceitoso”, detalla.

“Una freidora de aire también le dará ese exterior crujiente y esa jugosa textura interna, pero no obtendrá todo el aceite que consumiría si comiera alimentos fritos tradicionalmente”, agrega.

Asimismo, asegura que una freídora de aire puede reducir las calorías de los alimentos hasta en un 80% dependiendo de la receta y de los ingredientes con los que se cocine.

Consultada sobre el sabor de los alimentos cocinados en este electrodoméstico, indica que es prácticamente el mismo pero con mucho menos grasa.

“Muchos de mis pacientes que siguen una dieta saludable dicen que prefieren los alimentos hechos en la freidora y sin toda esa grasa enmascarando el sabor, puede realmente saborear los ingredientes”, afirma.

Qué alimentos deberíamos vetar de las ‘air fryer’

“Cualquier cosa cubierta con una masa húmeda podría gotear a través de la cesta antes de que tenga tiempo de cocinarse”, indica la nutricionista.

Del mismo modo, aconseja evitar condimentos sueltos como semillas o granos de pimienta, ya que “el ventilador de alta velocidad los hará volar antes de que su sabor infunda la comida”.

Las verduras delicadas o de hoja (lechuga, espinaca, acelga) tampoco funcionarían tan bien con excepción de la col rizada o kale.

La col rizada es más resistente, de alta fibra verde, por lo que los chips de kale preparado en una freídora de aire tienen un gran crujido“, destaca.

Respecto a los alimentos congelados como papas fritas o alitas de pollo, hizo un llamado a prestar cuidado ya que varios de esos alimentos ya están fritos antes de congelarse, por lo que aunque los cocines en una ‘air fryer’ tendrán más calorías y grasas menos saludables.

¿Unas gotitas de aceite o nada?

Cabe señalar que si bien las freídoras de aire recomiendan añadir entre una y tres cucharaditas de aceite a la cesta, Logan asegura que no es necesario y solo debe realizar una simple acción en medio de la preparación.

Todo lo que tiene que hacer es quitar la cesta o la parrilla y agitar o girar la comida a mitad de la cocción“, para evitar que la comida se pegue. “Permitirá que el aire circule y se cruja por todos los lados, para obtener una textura más uniforme“, aclara.