Seguramente más de alguna vez has fallado en algo para lo que te preparaste y te inundó una sensación de desilusión, lo que probablemente te hizo sentir como un fracaso.

Y es que en estos tiempos es muy difícil no sentir frustración cuando no nos resulta algo que esperábamos o -peor aún- que necesitábamos que funcionara, como encontrar trabajo, por ejemplo.

La crisis sanitaria producto de la pandemia, ha afectado gravemente la salud mental de las personas, ya sea por los confinamientos prolongados, por la falta de ingresos económicos para subsistir o por la pérdida de familiares y cercanos producto del COVID-19, por nombrar solo algunos factores.

En un mundo que nos intenta vender el éxito como sinónimo de felicidad y bienestar, inundado por contenido fantasioso de redes sociales y realidades virtuales que distan bastante de la realidad de la mayoría de la población, hace que muchas personas se sientan como un fracaso.

Ahora bien, la diferencia está en cómo reaccionamos a ese sentir. ¿Te has preguntado por qué los fracasos impulsan a algunas personas a pelear más duro por sus metas y a otras las derriba y terminan renunciando a sus sueños?

Evidentemente la respuesta va a depender de varios factores psicológicos, sin embargo, una idea que puede ayudar a entenderlo es que también guarda relación con cómo piensas el fracaso: si lo ves como parte del proceso para llegar a tu meta o solo como un obstáculo que no puedes superar.

En este contexto, es que la psicoterapeuta y trabajadora social clínica Amy Morin, compartió una lista de varios escenarios positivos en los que puedes posicionarte para enfrentar de mejor manera estas frustraciones, y en Página 7 te detallamos al menos cinco.

1. “Las cosas no salieron como quería, pero aún estoy bien”

“Convertir el fracaso en una catástrofe no es útil”, dice la autora del libro 13 cosas que las personas mentalmente fuertes no hacen, agregando que el fracaso debe observarse con perspectiva y sentir siempre agradecimiento por lo que tienes. “Ya sea tu salud o tener un techo sobre tu cabeza, siempre hay cosas por las que estar agradecidos“, ejemplifica.

2. “Me enfocaré en las cosas que puedo controlar”

A veces obtener el resultado que queremos en alguna área de nuestra vida no depende de nosotros. Por ejemplo, si no te dieron el ascenso que buscabas en el trabajo, no significa que no seas lo suficientemente bueno o buena, es solo un puesto y la decisión no la tomas tú.

Pueden haber muchas otras personas mejor calificadas para ese puesto que tú, pero eso no quiere decir que no puedas triunfar en otros aspectos o que no seas apto para esa posición, recuerda que tras ese tipo de decisiones se esconden muchos factores que no puedes controlar.

Enfócate en las cosas que puedes controlar, como hacer tu mejor esfuerzo, y menos en los resultados que no puedes controlar“, aconseja Morin.

3. “El fracaso es un verbo no un sustantivo”

Si fallaste en el trabajo o en una relación de pareja que se disolvió, no quiere decir que seas un fracaso. “Todo el mundo tiene éxito en algunas cosas y en otras no”, explica la psicoterapeuta.

Cuando te sientas así, recuerda los éxitos que has tenido en otras áreas de tu vida y por qué mereces darte una segunda, tercera -o el número que sea- oportunidad en eso que no salió como esperabas.

4. “El fracaso es una oportunidad para afilar mis habilidades”

Probablemente este es el mantra de quienes usan sus fracasos para pelear más duro por sus sueños, y si eres de los que mira con distancia a estas personas, seguramente te costará pensar así, pero ¿por qué no intentarlo? ¿qué pierdes?.

“Si todo viniera con facilidad, no tendrías la oportunidad de aprender nuevas cosas. Cada vez que fracasas aprendes algo nuevo. Ya sea que descubras una nueva solución a un viejo problema u obtengas un mejor entendimiento, el fracaso te puede ayudar a que te vaya mejor la próxima vez”, agrega la experta.

Además, estas “caídas” también te vuelven mentalmente más fuerte y es una posibilidad de demostrarte a ti mismo que eres más fuerte de lo que crees y que puedes manejar lo que sea.

5. “He superado cosas difíciles antes. Puedo hacerlo de nuevo”

¿Cuántos ‘fracasos’ hemos arrastrado en nuestras vidas y aún estamos de pie? Piénsalo. “Recordar las ocasiones en las que te has levantado en el pasado puede ayudarte a sentirte equipado para lidiar con el fracaso de nuevo”, detalla Morin.

Nuestra cabeza es también una biblioteca. Tómate un tiempo, respira, reúne el conocimiento y las herramientas que usaste antes para ponerte de pie y recuerda que tal como aquellas veces, ahora nuevamente saldrás adelante.