Una nueva tendencia en manicure se ha tomado los últimos meses en cientos de personas que son fanáticas de tener sus uñas decoradas o simplemente pintadas.

Se trata de las reconocidas press-on, aquellas que se hicieron populares en los años 90 por su fácil uso y sin necesidad de contar con demasiado tiempo ¿Por qué? Solo se pegaban con el diseño o color de preferencia y tus manos ya estaban listas.

Según explican desde la revista de belleza Glamour, esta tendencia ha llevado a que quienes gustan de la manicure puedan lograr resultados profesionales en casa y en mucho menos tiempo del esperado.

A su vez, en Chile existen varias cadenas de salones de manos que han decidido optar por esta reinvención, por lo que los clientes envían los diseños que quieren a su manicurista de siempre, y ella esculpe las uñas que posteriormente son enviadas directamente a domicilio.

Desde el estudio Meipnails, señalan que estas uñas son “realizadas a la medida, con los diseños y largo favorito de quien haga la solicitud”, además de ser “100% únicas e irrepetibles y de fácil aplicación”.

¿Cómo se utilizan?

En ese sentido, desde el sitio Vanitatis explican que aquí lo más importante es la preparación previa de la superficie de la uña pues, al llevar pegamento, esta debe tener la menor cantidad de residuos posible, logrando así una mayor adherencia.

Para ello, explican que varias marcan cuentan con “una lima o toallita limpiadora”, que elimina “los restos de aceites naturales y suciedad que puedan acumular”, aunque si no vienen equipadas siempre se puede usar alcohol.

Una vez realizado este proceso, debes tomar una uña y quitar el adhesivo que viene añadido al acrílico, para luego presionarla sobre el dedo correspondiente por al menos 5 segundos. En caso de que el pegamento venga por separado, se debe procurar que cubra gran parte de la superficie.

Luego de este paso ya está todo listo, y puedes lucir tus manos perfectas para cualquier ocasión.

Y ahora ¿cómo las quito?

Desde la marca Kiss, recomiendan nunca sacarlas directamente sin hacer un tratamiento previo, pues un movimiento brusco podría dañar la uña natural.

Por lo anterior, señalan que lo mejor es poner ambas manos en un bowl con agua caliente y jabón por un tiempo superior a los 10 minutos, lo que permitirá que poco a poco se suelte el adhesivo utilizado.

Posteriormente, remueve una a una con un palillo para luego quitar el exceso de pegamento con algún aceite para uñas y cutículas.