El confinamiento, las preocupaciones propias de la pandemia y las nuevas tareas al interior del hogar han tenido repercusiones en la vida sexual de las parejas.

Fue al inicio de la crisis sanitaria que se generaron las primeras alertas respecto a las repercusiones que se podrían estar forjando en la vida sexual de las personas.

Así, en marzo de 2020 el estudio Sexo y Relaciones en Tiempos de Covid-19, realizado por el Instituto Kinsey de la Universidad de Indiana, señaló que cerca del 44% de los 2000 encuestados, informaron una disminución en la calidad de su vida sexual, mientras que el 30% informó una disminución en sus vidas románticas.

Por nuestra parte, en julio del año pasado, el Centro Miintimidad realizó una encuesta a 523 mujeres donde se determinó que de esa muestra el 63,9% reveló que su frecuencia de encuentros sexuales disminuyó durante la pandemia al igual que el deseo sexual, el cual bajó en un 33,8%.

Pero ¿por qué se generó un impacto tan grande en la sexualidad de las personas? Jorge Fuentes, psicólogo y director de Pranavida, plantea que “efectivamente una de las repercusiones que tiene el estrés, ya sea por la pandemia o por el estilo de vida acelerado que teníamos previo a la crisis sanitaria, es la falta del deseo sexual, lo que a su vez termina siendo un factor de estrés adicional en la pareja”.

Y añade que “esto se debe, por una parte, a la contingencia misma, donde el exceso de preocupación afectó todos los ámbitos de la vida, pero también al aumento de las tareas en el hogar, los desafíos del teletrabajo, el hacinamiento y la falta de espacio y tiempo para poder tener actividades en pareja”.

En cuanto a las consecuencias que esto podría tener para una relación, el profesional señala que podrían ser relevantes sólo si una pareja no logra abordar el tema y trabajar en ello.

“En caso de que la relación se centre en lo que está pasando a nivel sexual y no logren encontrar una salida a ello, siempre es bueno ir a un especialista, que les permita mejorar la comunicación y ver que la relación de pareja es más que lo que pase en la cama, o incluso someterse a medicinas complementarias, como es el caso del uso de las terapias florales, que les permitirán desarrollar un profundo autoconocimiento y comprensión de las necesidades de pareja”, recomienda.

En esa línea, ejemplifica que las esencias florales de Australia tienen varias alternativas que permiten desarrollar la comunicación, aprender a disfrutar del contacto físico, liberar las restricciones y limitaciones aprendidas de la sexualidad y nos enseñan a captar las necesidades de nuestra pareja, como el caso de la flor Bush Gardenia, que ayuda a renovar el interés por la pareja y mejora la comunicación.

No obstante, el profesional igualmente presenta una serie de consejos para quienes deseen mejorar su vida sexual en pareja.

1. Comunicación y empatía, un pilar para las relaciones

Si bien una pareja puede estar pasando por alto grado de estrés, eso no quiere decir que los dos estén sin deseos de tener relaciones sexuales, por lo que conversar sobre lo que le pasa a cada uno, entender al otro y buscar juntos una solución para que los dos se sientan cómodos es esencial.

“El gran problema es que muchas parejas prefieren evitar este tipo de conversaciones por temor a no ser comprendidos, llevando el tema a una discusión más que a una instancia de crecimiento como pareja”, indica.

2. Regalarse tiempo como pareja

“No se trata necesariamente de tomar la agenda y determinar un día y hora para darte un tiempo con la pareja, pero sí de tener un espacio para dejar de lado el trabajo, las tareas del hogar y centrarse en cultivar la relación. Es importante dejar de lado la idea de que el momento de una pareja es cuando uno se va a dormir, porque ahí es cuando las personas están cansadas, por lo que debe considerarse un espacio que no sea ese”, recomienda.

3. Tomar la iniciativa

Dejar de lado la comodidad y no esperar siempre que el otro tome la iniciativa, es fundamental cuando queremos volver a encender esa llama que se apagó. “Lo ideal que es cada uno busque la manera de sorprender al otro”, dice el psicólogo, pero teniendo en cuenta sus intereses y límites.

4. Ser cariñoso (a)

“La falta de deseo sexual no puede ser sinónimo de dejar de lado los afectos, por lo que besarse y abrazarse es vital para mantener los vínculos emocionales y físicos”, aconseja.

5. Jugar más, juzgar menos

Distraerse y jugar en la intimidad, es una sana manera de aliviar el estrés y las preocupaciones en pareja. Darse tiempo para ello es fundamental, al igual que la comunicación para poder plantear lo que se quiere hacer sin temor a lo que puede pensar la otra persona.

6. Hacer de la paciencia una aliada

Fuentes indica que “si hay algo que se debe evitar es sumar más estrés a una instancia que es para todo lo contrario. Si por algún motivo la persona o la pareja no tiene deseos de intimar, más que estresarse por eso hay que destacar que, si bien es parte importante a la hora de estar en pareja, no es la única manera de mantener la relación encendida”.

7. Descanso y ejercicio físico

Por último, tal como el cansancio físico y el estrés están vinculados a la pérdida de deseo sexual, dormir bien, alimentarse saludablemente y hacer ejercicio regular, son actividades que sin duda beneficiarán tu organismo entero incluyendo la salud sexual, señala el psicólogo.