Muchas mujeres cometen errores al momento de realizar su higiene íntima, al usar productos no recomendados o por exagerar el aseo.
Beatriz Arteaga, directora de la Escuela de Técnico de Enfermería de Nivel Superior, detalló a Página 7 cuáles son los errores más frecuentes.
“Paradógicamente uno de los errores mas frecuentes lo cometen aquellas mujeres que exacerban el aseo, es decir, lo realizan con más frecuencia o incorporan dentro de este aseo jabones antisépticos, jabones en general, lociones o limpiadores íntimos”, comentó la especialista.
Según Arteaga, la recomendación es solo utilizar agua.
“La matrona o médico, en caso de que haya alguna necesidad, va a indicar una loción, crema, o un óvulo preciso para esa situación de salud, pero de lo contrario el aseo solamente se debe realizar con agua corriente, de la llave”, detalló la profesional de UDLA.
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“Otro error que se comete es arrastrar microorganismos y bacterias principalmente desde la zona perianal hacia la vulva, con un aseo en reversa, es decir desde atrás hacia adelante. Este error lo comenten más las niñas preadolescentes y adolescentes, y también las adultas mayores en situación de discapacidad, por lo que hay que estar atentos a estos grupos etarios en relación al aseo genital”, explicó la enfermera.
Cómo realizar el aseo íntimo y la frecuencia
Arteaga nos explicó que debe realizarse al menos dos veces en el día: en la mañana al despertar y en la noche antes de dormir.
Tal como señaló anteriormente, “este debe realizarse con agua de la llave, abundante, que escurre desde la zona superior de la vulva, hacia atrás. Idealmente debe ser abundante para que ejerza un arrastre mecánico esta misma agua y limpie la zona de manera adecuada”.
“Las mujeres se pueden ayudar con una ducha teléfono o con un recipiente tipo jarro que previamente han llenado con agua de la llave”, añadió-
A su vez, indicó que “no se recomienda uso de jabón, lociones u otro tipo de limpiadores íntimos, dado que estos podrían cambiar el PH o eliminar la flora bacteriana normal y propiciar la llegada de microorganismos que enfermen la vulva y que puedan provocar vulvovaginitis“.
“Idealmente el agua debe estar tibia o fría y en relación al secado, éste se debe realizar con una toalla de papel absorbente, con suavidad, a toquecitos desde la zona superior hacia posterior, sin devolverse”, cerró.
