Un error muy común es pensar que la piel seca es lo mismo que la piel deshidratada, provocando que algunas veces no se ocupen los productos correctos.
Rocío Escalante, farmacéutica y experta en dermofarmacia, conversó sobre este tema con el portal Vanitatis y explicó que la principal diferencia es que una es un estado y la otra es algo permanente.
También puedes leer
“La piel seca es un tipo de piel, como la mixta o la grasa, y la deshidratación es un estado por el que cualquier tipo de piel puede pasar”, señaló.
En este sentido, la profesional indicó “que es un error pensar que solo una piel seca puede estar deshidratada, ya que una piel mixta también puede estarlo”.
Piel seca
La piel seca se caracteriza por falta de luminosidad, tacto áspero y una sensación de tirantez.
Escalante también afirmó que la piel seca tiene tendencia a rojeces, irritación y en casos a la descamación, además de la aparición de arrugas más marcadas por la falta de hidratación.
¿Cómo se trata? La experta recomienda productos con texturas untuosas y tener especial cuidado con la limpieza, pues “el propio agua puede irritar” la piel. Por lo mismo, aconsejó utilizar bálsamos o leches limpiadoras, es decir, productos suaves e hidratantes.
Piel deshidratada
Las características de la piel deshidratada son similares a las de la piel seca, como el tacto áspero, falta de luminosidad e incomodidad. De ahí que muchos se confunden.
Como se mencionó anteriormente este corresponde a un estado de la piel, el cual se genera cuando la barrera de la piel se ve alterada por la falta de agua, es decir, hidratación.
La buena noticia es que, como es un estado, se puede corregir con una rutina skincare adecuada. La profesional aconsejó preferir productos con ácido hialurónico o de textura fluida, como el gel.
“Lo esencial es reponer la función barrera, con cremas que tengan activos que hidraten y eviten esa pérdida de agua como el ácido hialurónico o las ceramidas”, explicó Escalante.
Por último, la profesional recomenzó utilizar todos los días protector solar —sea cual sea tu tipo de piel— y aplicar una mascarilla hidratante una vez por semana.
