En palabras sencillas la fascitis plantar, también llamada talalgia, es el dolor que se genera en la planta del pie.

Según explicó a Página 7 Ignacio Astudillo, académico disciplinar de la carrera de Kinesiología de la Universidad de Las Américas, se trata de la inflamación de la aponeurosis plantar, aunque indica que en algunas oportunidades no hay inflamación de esta.

Si bien su origen no está muy claro, el profesional señaló que hay factores intrínsecos y extrínsecos que provocan este malestar.

Los intrínsecos son, por ejemplo, los tipos de pisada (pie plano o cavo); y debilidad de ciertos músculos (tibiales o fibulares). Los extrínsecos, en tanto, son el tipo de calzado que se usa, algunos deportes y problemas en la marcha.

“Estadísticamente la fascitis plantar afecta más a las mujeres que a los hombres por contextos anatómicos y por algunos calzados, como los zapatos de taco”, agregó Astudillo.

¿Se puede evitar?

Este malestar se puede evitar disminuyendo factores ambientales o hábitos, indicó el profesional. “Elongar antes y después de realizar actividad física, calentar, elegir el calzado más adecuado o el más cómodo”, comentó.

Por este motivo, la elección del calzado es fundamental. “Aunque existe un gran marketing con el tema de las zapatillas, zapatillas pronadas o zapatillas supinadas, lo más importante es conseguir un calzado que sea de mi talla y evitar los que tienen taco alto”, afirmó.

En cuanto al tratamiento, Astudillo señaló que investigaciones han demostrado que algunos tratamientos no quirúrgicos tienen buenos resultados: ejercicio físico y elongaciones, kinesiología (agentes físicos, ultrasonido, calor, etc.) tienen mejores resultados que fármacos e infiltraciones de corticoides.

Por último, el profesional también destacó que el uso de taloneras de silicona para tratar la fascitis plantar, pues se utiliza como un tipo de plantilla.