Hacer o no dieta debe ser una decisión únicamente personal y -ojalá- guiada por un o una especialista en el área que oriente más bien a un cambio de hábitos que a solo perder unos cuantos kilos.

A la hora de adelgazar, además, influyen una serie de factores que no podemos controlar como la edad, el sexo, la genética, enfermedades preexistentes, pero siempre podemos hacer algo por adoptar un estilo de vida más saludable con una alimentación balanceada y actividad física.

En este contexto, existe un plan alimenticio conocido como “dieta de los 10 días”, la que indica que existen ciertos alimentos que nos pueden producir una especie de adicción parecida a la que se experimenta con las drogas, por lo que lo más recomendable es cortarlos de raíz.

El azúcar, la sal, las grasas nocivas o el glutamato monosódico, presente en productos ultraprocesados, no deberían ser parte de nuestra alimentación. Esta tiene que estar compuesta por productos naturales, principalmente frutas y verduras.

Así al menos lo señala el médico nutricionista Mark Hymann en su libro La dieta detox de los 10 días, en el que enseña cómo perder 5 kilos a lo largo de este periodo simplemente dejando de lado los productos menos saludables y tomándote más tiempo para cocinar tus meriendas.

¿Primer paso? Revisar nuestra despensa y refrigerador y deshacernos de todo lo que no es saludable. Una vez limpios ambos espacios, debes planificar lo que sigue: la lista de compras.

En esta lista deben primar las frutas y verduras. Y como las preparaciones saludables tienen “mala fama” respecto a su sabor, el especialista recomienda comprar especias como cúrcuma, cayena y tomillo, los que -además- son desintoxicantes.

Otra idea a considerar es incorporar semillas, salsas como mostaza Dijon y usar únicamente aceites vegetales como aceite de oliva.

También recomienda evitar al máximo los lácteos y el café del desayuno, pues suelen producir inflamación en el organismo. En su lugar consume un bol de fruta con un toque de jengibre o un batido de frutas con semillas de chía o calabaza.

Como la idea no es pasar hambre, durante el almuerzo puedes comer hasta saciarte, el único límite es el tipo de comida. Hymman recomienda beber un caldo caliente o mucha ensalada con todas las verduras que quieras -ojalá sin almidón- y acompañarla con una ración de proteína que puede ser pollo, pavo o salmón, a la plancha o al horno.

Pasando a la cena, puedes comer lo mismo que en el almuerzo pero con un toque de creatividad. Por ejemplo, si al almuerzo preparaste salmón a la plancha, ahora puedes hacerlo al horno con cebollas confitadas o saltear un pollo con verduras en un wok. Si eres vegetariano/vegano, puedes reemplazar la proteína con tofu o tempeh.

Como esta “dieta” no es tan estricta, lo ideal es que la cumplas a cabalidad sin excepciones (son solo 10 días). Es importante también destacar que los únicos hidratos de carbono que permite son los de las verduras, pero tampoco se debe abusar de su consumo.

Aun así, pese a que está guiada por un médico experto, lo mejor es que si quieres iniciar el camino hacia la pérdida de peso sostenida y saludable, lo mejor es visitar a un o una especialista y así -de paso- resolver todas las dudas respecto a colaciones y -por qué no- una que otra excepción.