Si hay algo por lo que chilenos nos caracterizamos en Latinoamérica es por el alto consumo de té. De hecho según un estudio publicado en 2018, nuestro país está dentro de los 15 mayores consumidores de esta bebida.
No obstante, la mayoría de los compradores obtiene este producto gracias a las compras en grandes cadenas de supermercados que ofrecen ciertas marcas, limitando un poco la elección de este.
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Dicha tendencia ha ido cambiando con el pasar de los años, luego que se comenzara a instalar una serie de emprendimientos que importan diferentes tipos de esta bebida caliente, lo que nos lleva a preguntarnos ¿cómo reconocer un buen té?
Para ello, en Página 7 te contaremos los cuatro tips para fijarte si estás consumiendo un té de calidad.
Color
En primer lugar te contamos que existen tres formas para revisar las hojas según recoge el sitio chileno especializado, Mandal.
En hojas secas: un buen té posee un color brillante y homogéneo. “Generalmente, cuanto más profundo es el color, mayor es la calidad”, explican.
Hojas húmedas: Existen tres tipos de té una vez realizada la infusión. “El té envejecido es de un color amarillo gris y negro oscuro. Para el té verde, un color claro, suave y verde-amarillento es el mejor; Para el té negro, un rojo brillante es signo de calidad”, sostiene.
Tono de infusión: Finalmente, el tono de la bebida debe tener un aspecto claro, brillante y fresco, en cambio, para reconocer un té de baja calidad, podrás notarlo por los colores “opacos y parece diluido”.
Apariencia del té
Este punto es esencial ya que será el determinante para saber si estamos gozando de un buen té, debiendo fijarnos en las hojas tanto en seco como infusionado.
En seco:
– Todas las hojas deben tener un tamaño similar
– Que al tacto parezca crujientes, lo que determinará si están frescas
– Que estén enteras y sin tallos
Infusionadas: Luego de preparado el té debes fijarte si estas vuelven a su posición original, de ser así, estarás disfrutando de una exquisita bebida.
Aroma
¿Compraste un té y se impregnó la habitación? Ok, entonces has adquirido un producto de calidad, eso sí, debes tener en cuenta que el aroma no debe irse una vez realizada la infusión.
Sabor
Finalmente, el té debe caracterizarse por un aroma dulce y agradable, no empalagoso por la cantidad de azúcar, sino que “sea suave y deje un buen sabor de boca”, explican.
“Los tés de mala calidad terminan resultando amargos. Un té de calidad, en función de la variedad puede parecerlo al inicio (como, por ejemplo, en el caso de los tés rojos e, incluso, de algunos verdes), pero lo importante es que no lo sea al final”, concluyen.
