Sin duda el cuidado de la piel es un tópico al que debemos poner especial atención, por lo que durante el último tiempo varias personas han comenzado a tomar el peso a ello.

En esa línea, uno de los pasos más importantes es la limpieza del rostro, la cual debemos realizar con un jabón adecuado dependiendo de nuestro tipo de piel.

Sin embargo muchos pasan por el alto el secado de nuestra cara, el cual debe realizarse de forma correcta, puesto que si aplicamos movimientos demasiado bruscos, incluso podemos dañarla.

La dermatóloga Carmen Sastre Gaspar en conversación con Women’s Health manifestó que “sí que afecta” el mal secado, e incluso el tipo de toalla que utilicemos. “Tienen que ser en sentido de las líneas de la piel, lo que se llama líneas de langer. Si además pueden ser circulares en el sentido de las agujas del reloj y repartir la cara en dos mitades, primero una mitad y luego la otra, mucho mejor”, explicó.

Sobre qué tipo de toalla deberíamos utilizar, esta es enfática en sostener que debe ser “algodón de alta calidad y con rizo de 500 gramos, no solo por su suave y agradable tacto que hace que la limpieza se convierta en un placer, sino por los múltiples beneficios que aporta”.

Cambia tu toalla

Por otro lado, es clave informar que se deben tener toallas para diferentes partes del cuerpo, producto del cultivo de bacterias, además de que “puedes generar piel de atleta, onocomicosis y cualquier otra patología que sea transmisible”, dijo la especialista.

Motivo con el que coincide Beatriz Arteaga, directora de la Escuela Técnico Nivel Superior de Enfermería de la Universidad de Las Américas, quien en conversación con Página 7 explicó por qué deberíamos cambiarla constantemente.

“Si no cambiamos las toallas, si las usamos aun cuando encuentro un olor a humedad, este olor significa que ha habido proliferación de microorganismos, por lo que podría provocar daños para la salud, en específico para la piel”, señaló.