Un reciente estudio de la Universidad de Oxford y la Universidad de Birmingham, consignado por el medio The Telegraph, analizó una serie de medicamentos antibacterianos e inductores de enzimas para comprobar el nivel de incidencia sobre las hormonas.

La investigación analizó los efectos secundarios no deseados de los medicamentos llamados “tarjetas amarillas”, que se informan a la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA), de Reino Unido.

Según los científicos, en un principio el resultado reveló que los anticonceptivos hormonales sí sufrirían interferencias ante los antibióticos, ya que se encontró que había siete veces más embarazos no deseados relacionados con antibióticos versus otros medicamentos, por lo que sugirieron utilizar un anticonceptivo adicional a las pastillas, en caso de estar tomando antibióticos.

Usar método adicional

Por este motivo, sugirieron utilizar un anticonceptivo adicional a las pastillas en caso de estar tomando antibióticos.

Los embarazos no deseados fueron 13 veces más comunes en las mujeres que tomaban estos medicamentos, lo que induce al cuerpo a producir ciertas enzimas que interfieren con los anticonceptivos hormonales.

“Hubo seis embarazos no deseados en los informes de la Tarjeta Amarilla de otros medicamentos, 46 en los informes de antibióticos y 39 en los informes de fármacos inductores de enzimas”, señalaron los autores de este estudio de la Universidad de Oxford y la Universidad de Birmingham, declaraciones recogidas por Daily Mail.

Los investigadores dijeron que es imposible calcular el riesgo general y que variará de una mujer a otra.

Pero concluyeron: “Esta evidencia sugiere que existe una interacción de los medicamentos antibacterianos con los anticonceptivos hormonales, lo que potencialmente puede afectar la efectividad de los anticonceptivos”.

“El principio de precaución dicta que se debe recomendar a las mujeres que toman anticonceptivos hormonales, que tomen precauciones anticonceptivas adicionales cuando se agrega un ciclo corto de medicamentos antibacterianos”, añadieron.

¿Cuáles son estos antibióticos?

Jorge García, director técnico del laboratorio Gedeon Richter Chile, compañía que desarrolla soluciones médicas para la salud sexual y reproductiva de la mujer, explicó a Página 7 que existen antibióticos de tipos metabolizadores rápidos, que aumentan la actividad de una enzima en el hígado, por lo que las hormonas activas suministradas por el anticonceptivo se descomponen tan rápido que el cuerpo no puede usarlas para prevenir la ovulación.

“Por esta razón las compañías farmacéuticas prefieren indicar en el etiquetado la posible interacción, ya que los estudios farmacocinéticos y clínicos pueden no ser de tamaño suficiente como para detectar si existe dicha interacción concluyente entre estos fármacos”, dijo.

“La rifamicina (empleada para tratar enfermos de tuberculosis) y la griseofulvina (antifúngico) son ejemplos de antibióticos metabolizadores rápidos y claro, al usarlos son riesgosos si quieres evitar un embarazo. Sin embargo, es importante aclarar que la probabilidad de tener una falla de los anticonceptivos orales al tomar otros antibióticos, es decir que no sean rifamicinas o similares, es sumamente baja y no sobrepasa la falla general aceptada de los anticonceptivos del 3%”, agrega Jorge García, químico farmacéutico de la Universidad Católica.

No obstante, el ejecutivo de Gedeon Richter Chile recomienda estar siempre informados sobre los medicamentos específicos que reducen la efectividad de la píldora anticonceptiva, para evitar así el embarazo no deseado.

“Estos son: antibióticos, como Rifampicina, Penicilina, Amoxicilina, Ampicilina, Tetraciclina, Cotrimoxazol, Griseofulvina, Nitrofurantoina, Metronidazol, Miniciclina; anticonvulsivantes, como Fenibarbital, Fenitoína, Topiramato; benzodiacepinas, como Alprazolam, Diazepam e inhibidores de la bomba de protones, como Lansoprazol, Pantoprazol, Omeoprazol”, detalló el excepto.