El cambio de un cepillo de dientes, en condiciones normales, debería ser cada tres meses. Lo anterior se sustenta en estudios que indican que después de ese tiempo de un uso regular, un cepillo se vuelve menos efectivo para remover la placa bacteriana de los dientes y de las encías.

“En promedio, se deben cambiar los cepillos de dientes cada 3 meses. No obstante, hay personas que tienden a cepillarse con fuerza dañando más el cepillo, por lo que deberían cambiarlo antes”, señala la odontóloga y máster en ortodoncia, Marta Córdoba del Pozo, al medio español ABC.

El riesgo de no hacerlo tiene que ver con la proliferación de infecciones por hongos y bacterias que permanecen en las cerdas del cepillo. No obstante, existen situaciones puntuales que podrían exigir un cambio de cepillo independiente de su tiempo de uso.

Un resfrío o una faringitis podría significar el cambio inmediato del cepillo de dientes una vez que se supera la enfermedad, considerando que las bacterias pueden quedar en las cerdas del aparato.

Por ejemplo, según la clínica dental española FineDent, las bacterias que nos provocan dolencias en la garganta, como la amigdalitis o la faringitis, pueden traspasarse y quedar en las cerdas, debido a que son infecciones que se localizan en las zonas próximas a la boca, o en la garganta.

La entidad advierte que “el cepillo es un entorno muy apetecible para las bacterias”, y que “si acabamos de sufrir una dolencia de tipo infecciosa, los gérmenes se quedarán (probablemente) en él; demorando la recuperación e incluso influir en una recaída.

En este sentido, el consejo sería cambiarlo tras superar un catarro.

Microbiólogo: “No tiene que tirar su cepillo de dientes solo porque ha estado enfermo”

Una posición contraria es la que tiene el doctor Charles Gerba, profesor de microbiología y ciencias ambientales en la Universidad de Arizona (Estados Unidos), quien asegura que lo del cambio de cepillo por enfermedad es un mito que es necesario aclarar.

“No tiene que tirar su cepillo de dientes solo porque ha estado enfermo. Ya sea que haya tenido un resfriado o incluso una faringitis estreptocócica, puede seguir limpiándose los dientes con el mismo cepillo después de sentirse mejor”, expresó al medio Huffington Post.

Pero ¿qué tan cierto es que los gérmenes pueden vivir bastante tiempo en nuestro cepillo de dientes? Gerba indicó que eso es efectivo, pero solo hasta unos pocos días. Además, comentó que “el ambiente húmedo proporcionado por un cepillo de dientes recientemente enjuagado, es bastante hospitalario para los patógenos, por lo general, duran más en cerdas húmedas”.

El tema es que mientras sean nuestros propios gérmenes, no tenemos de qué preocuparnos. “No volverá a enfermarse si usa el mismo cepillo de dientes después de recuperarse. Esto se debe a que ha acumulado anticuerpos en el transcurso de su enfermedad, por lo que todo lo que quede en el cepillo se eliminará al ingresar a su sistema inmunológico“.

Eso sí, está prohibido compartir tu cepillo de dientes sea con quien sea, estando sano o enfermo.

Ahora si no tienes dinero o no puedes cambiar tu cepillo, también puedes desinfectarlo con luz UV o sumergiéndolo en agua hirviendo.

¿Dónde guardar el cepillo?

Si bien siempre todos mantenemos el cepillo de dientes en el baño, FineDent indica que no es lo más recomendable, ya que suele tener un nivel de humedad mayor al del resto de la casa y, por ende, está fácilmente expuesto a los residuos de la taza del baño, cuando tiramos la cadena con la tapa abierta, por ejemplo.

Por eso indican que quizá lo más adecuado es guardarlo en otro espacio de la casa para evitar estos riesgos.