Estudios han demostrado los múltiples beneficios del ajo, especialmente para tratar problemas digestivos como la prevención del cáncer de estómago y colon. Asimismo, para combatir enfermedades respiratorias.

En este contexto, Sheela Mahdavi, nutricionista y fundadora de Food Over Drugs, detalló al diario electrónico DailyMail, que el ajo es antivírico y antibacteriano.

Cabe señalar que la alicina es el compuesto que genera todos estos beneficios, y se produce cuando la aliina y la alinasa entran en contacto. Es decir, al picar, machacar o incluso masticar un diente de ajo crudo.

“Las propiedades de la alicina son: antibacteriana, mejora la circulación sanguínea evitando enfermedades cardiovasculares, es antiinflamatoria y antioxidante”, explica la nutricionista Marta Sanz, al diario electrónico La Vanguardia.

No obstante, estos beneficios desaparecen si echas el ajo a la olla caliente inmediatamente después de picarlo. Debes considerar que el calor neutraliza la alicina, provocando que pierda sus propiedades.

Sin embargo, existe un sencillo truco para conservar los beneficios del ajo, y solo consiste en tener paciencia. Según explica el diario electrónico Huffignton Post, cuando lo piques, debes dejarlo reposar al menos 10 minutos antes de añadirlo a la cocción.

Ese periodo es suficiente para generar una gran cantidad de alicina, que no se perderá completamente al exponerse al calor. Otra técnica, es aumentar la porción de ajo que utilizarás en la preparación.