Fue a principios de abril cuando un grupo de expertos explicaba que diversos pacientes que habían contraído el COVID-19, presentaban una persistente conjuntivitis.

Lo anterior, llevó a que varios médicos indicaran este como un síntoma de la enfermedad, algo que días más tarde se confirmó luego de un caso de una mujer en Wuhan que seguía dando positivo al coronavirus debido a que sus ojos serían el foco de contagio.

“Lo que se sabe es poco, hay algunos casos reportados de conjuntivitis hasta la fecha”, señaló a La Tercera el Dr. Cristhian Urzúa, oftalmólogo de Clínica Alemana. “En este sentido se ha podido ver que el COVID-19 puede ser detectado en lágrimas de pacientes, y se han visto especímenes de conjuntiva tomados con biopsia que demuestran que el virus puede estar a este nivel”.

La situación se debería a que existe “evidencia científica publicada y algunos estudios en curso que han mostrado la capacidad del virus de infectar la conjuntiva (membrana mucosa transparente que tapiza el globo ocular) y por eso se ven algunos casos clínicos reportados de conjuntivitis en pacientes que lo han contraído”.

Actualmente existe dos estudios que corroborarían las teorías de los médicos que aseguran se podría provocar la transmisión del virus vía ocular, uno de ellos publicado en bioxriv el cual apunta a la susceptibilidad de las células oculares, incluida la conjuntiva, a la infección por SARS-CoV-2 que a su vez provoca COVID-19.

“Los resultados indican que las células de la superficie ocular, incluida la conjuntiva, son susceptibles a la infección por SARS-CoV-2 y podrían servir como un portal de entrada y un depósito para la transmisión persona a persona”, describieron investigadores de la Universidad Johns Hopkins y la Universidad Yat-Sen en China, según el citado medio.

“La infección de las células de la superficie ocular podría convertir al ojo como un portador importante (del patógeno), y su eliminación del virus ocular constituye un mecanismo significativo para evitar la infección de otras personas”, se puede leer en el documento.

Pexels (cc)
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Al respecto, el Dr. Urzua enfatiza en que “se ha podido descubrir que a nivel de la conjuntiva estarían presentes los receptores humanos que interactúan con el virus para que ingrese al cuerpo y genere la infección. El receptor más importante es la enzima convertidora de angiotensina, y a nivel de la conjuntiva está descrito en escasos estudios el receptor ACE2 que estaría presente en la conjuntiva”.

Por otro lado, un estudio publicado en The Lancet que fue elaborado por un equipo de investigación de Hong Kong, apuntó a la alta tasa de transmisibilidad del virus a través de los ojos y las vías respiratorias en comparación con enfermedades como el H5N1, gripe aviar, y el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS).

“Cultivamos tejidos del tracto respiratorio humano y los ojos en el laboratorio y los aplicamos para estudiar el SARS-Cov-2, comparándolo con el SARS y el H5N1. Descubrimos que el SARS-Cov-2 es más eficiente en la infección de la conjuntiva humana y las vías respiratorias superiores que el SARS con un nivel de virus entre 80 y 100 veces mayor “, afirmó el Dr. Michael Chan Chi-wai, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Hong Kong.

Por lo anterior, el oftalmólogo de la Clínica Alemana hizo énfasis en el uso de protectores oculares, “ya que podría ser una fuente importante de contagio, así como la vía aérea que es la mas vista. Habría que tener en cuenta el importante rol de la vía ocular como vía de contagio de esta infección”.